El karité es un ingrediente de belleza muy popular en Europa que proviene de África. Alvaro Fuente desde su columna en el País ha realizado una acurada investigación para sumergirnos en una historia real que nos hará ver este ingrediente con otros ojos. Esta es la historia del karité y de miles de mujeres del continente más pobre del planeta.
Origen del Karité: El oro de las mujeres
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Tres millones de mujeres trabajan en la región de Sahel en la recolección año tras año del fruto del karité. En poblaciones como Behin son la clave principal de una precaria economía domestica que se sirve de sus manos para salir adelante. El karité es un árbol que durante miles de años les ha ofrecido su tan preciado fruto. De él se extrae una preciada manteca que ofrece resultados increíbles.
Karité: Ingrediente de belleza
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La manteca que se obtiene directamente del Karité es muy rica en nutrientes y vitaminas. Según la FAO además de hacer a las mujeres más bellas, proporciona 10 kilos de comida diarios a cada persona. Entre sus usos principales destacan:
- Mezclada con almendras, la grasa se utiliza como mantequilla para cocinar
- Fabrican cosméticos naturales, su poder hidratante y reparador es tan elevado que produce muy buenos resultados.
- Base de jabones para conseguir una piel mucho más hidratada y con un aroma especial.
- También se utiliza como sustituto del chocolate por su sabor dulce.
Fuente de ingresos principal, el karité
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Gracias al Karité muchas son las mujeres que sobreviven en África. Su recolección se realiza a través de sus manos, delicadas y expertas en extraer la máxima pulpa posible. El ingrediente de belleza por excelencia de Europa es además una manera de conseguir que las mujeres africanas puedan disfrutar de cierta independencia. Se calcula que 200.000 mujeres dependen directamente de este árbol en Benín una de las zonas más centradas en esta producción.
Empresas solidarias, a base de Karité
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La solidaridad de medio mundo ha llevado a varias empresas a querer ayudar en su producción. Contratando en origen a muchas mujeres y salvando sus vidas de la miseria más absoluta.
La Fundación Solidaridad con Benín, gracias a Erosky y el ayuntamiento de Oviedo es una de las que desde España ha puesto en funcionamiento ocho cooperativas dando empleo a 150 mujeres y ayudando a 500 niños.
L’Occitane es otra de las empresas que decidió apostar por el futuro del karité. Tiene en plantilla a 17.000 mujeres especialistas en la recolección de este preciado fruto. Durante la época seca, la empresa, ofrece una ayuda económica para poder mantenerse.
Como ves detrás del Karité que usas en cabello y cuerpo hay una historia que merece ser contada. Además de obtener unos resultados sorprendentes con este ingrediente de belleza que está revolucionando Europa, estás colaborando con una gran labor social. Apuesta por el karité, ayuda a las mujeres africanas a crecer y progresar, gracias a este árbol dorado.
