Decálogo para cuidar la piel sensible contra el estrés y las agresiones externas

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Decálogo para cuidar la piel sensible contra el estrés y las agresiones externas. Cada vez hay más mujeres que se dan cuenta que tienen la piel sensible. Hay pieles que sufren por el frío, el sol, la contaminación, la alimentación, por ciertos cosméticos, por la contaminación y otros factores externos… Las pieles sensibles necesitan cuidados especiales y también productos específicos para su tipo de piel. A continuación os damos algunas ideas y consejos para cuidar las pieles más sensibles y delicadas.

¿Cómo sabemos si tenemos la piel sensible? Normalmente es bastante fácil saber si tenemos la piel sensible, nosotras mismo lo notaremos. Si quieres confirmar qué tipo de piel tienes puedes acudir a un dermatólogo o a tu centro de estética. La piel sensible suele tener tejones, granos, descamaciones, erupciones, picores, sequedad, tirantez… La piel sensible no solo puede aparecer en el rostro sino también por todo el cuerpo y en la cabeza. ¿Quiénes tiene la piel sensible? En principio la podemos sufrir todas las personas, a veces es una cuestión reactiva por factores externos como el frío en invierno, por el sol, el viento o por la utilización de productos no adecuados para la pie, también podemos tener la piel sensible por naturaleza, es decir desde nuestro nacimiento o bien, podemos tener la piel sensible de manera puntual por el estrés o una mala alimentación.

Para cuidar la piel sensible podemos seguir los siguientes pasos o consejos, aunque siempre es aconsejable consultar con un dermatólogo: en primer lugar debemos cuidar nuestra piel del sol (tengamos la piel sensible o no), así que es primordial que utilicemos una crema con protección solar durante todo el año. En segundo lugar, tenemos que hidratar nuestra piel para protegerla de cualquier agresión externa. Hay que hidratar el rostro de mañana y de día, y el cuerpo al menos una vez al día o después de la ducha. En tercer lugar, si hace frío, tenemos que proteger nuestra piel del frío. Utiliza gorros, guantes y bufandas para proteger la piel del frío y si prácticas algún deporte en invierno de exterior, también la debes resguarda e hidratarla mucho más. Las pieles sensibles reaccionan al estrés y a la fatiga. Evita las situaciones que te produzcan un estrés excesivo y practica deportes de relajación. También es fundamental utilizar productos de belleza especiales para piel sensible, estos cosméticos son muy fáciles de encontrar, casi todas las firmas tienen líneas para pieles sensibles y los cosméticos Bio, también son una gran opción. Las pieles sensibles, como todas las pieles, necesitan una rutina de belleza, eso sí que no sea agresiva y ten especial cuidado con los productos de limpieza que utilizas, hay muchos jabones no aptos para pieles delicadas. La calefacción o el viento, por ejemplo, producen sequedad en la piel que no es buena para la piel sensible, utiliza humidificadores, bebe agua y utiliza cremas muy hidratantes y nutritivas. No utilices agua caliente durante mucho tiempo no es buena para la piel sensible, se aconseja la utilización de agua templada. Evita comer comidas con especies o con productos muy fuertes, ya que pueden agravar las pieles sensibles.

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