Dejar que mi novio vea mi vestido de novia: Sí o no

¿Puedo dejar que mi novio vea mi vestido de novia? La decisión es tuya, y de hecho cada vez son más las novias que deciden dar una vuelta a las tradiciones de las bodas, y la de no dejar que el novio vea el vestido de la novia es una de las que ha pervivido hasta la actualidad, aunque su significado actual diste mucho de su origen.

Si la novia puede ver el traje de novia, ¿por qué el novio no puede ver el vestido de novia? Diseño del vestido que hasta no hace tanto se mantenía en absoluto secreto, pero al igual que otras tradiciones han evolucionado, como la de sustituir el arroz para lanzar a los novios, también la de dejar que el novio vea y opine sobre el vestido de novia, de la mano de las parejas más modernas y menos convencionales. Y tú, ¿qué harías?

¿Por qué el novio no debe ver el vestido antes de la boda?

Llevar algo nuevo, algo viejo, algo prestado y algo azul; lucir velo el día de la boda o lanzar el ramo de novia entre las solteras son algunas de las tradiciones de boda más conocidas. A ellas se sumaría la tradición de no ver a a la novia con el vestido antes de la ceremonia.

Lógicamente, el halo de superstición que durante tiempo rodeó a esta tradición -apuntando a que ver el vestido de la novia traía mala suerte- ha quedado atrás. Una tradición cuyo origen se remonta a la época de los matrimonios concertados, y en los que los contrayentes se conocían el mismo día de la boda.

Precisamente para evitar que al conocerse no se gustaran y cambiaran de opinión sobre la boda, o directamente uno de los cónyuges saliera huyendo, se impuso la tradición de que los novios no se vieran antes de la ceremonia. El vestido blanco de la novia, además, representaba un signo de pureza que también debía protegerse hasta el día de la boda.

Algo similar sucede con los velos, un complemento que aporta un toque de distinción pero que en su día se empezó a utilizar para disimular las imperfecciones del rostro.

Ver el vestido de la novia

Ver el vestido de la novia antes de la boda, ni mucho menos, es retar a la suerte ni resta emoción a la ceremonia, porque lo importante no es el vestido de la novia o el traje del novio, sino los sentimientos que han llevado a la pareja a darse el ‘sí, quiero’.

Dejar que el novio vea el vestido de novia, incluso pedir su opinión sobre el diseño, también es una muestra de complicidad y de confianza de la pareja. Además, cada vez son más las parejas que adelantan la celebración de las respectivas despedidas de solteros para pasar junto la noche antes de la boda. Algo que ha pasado a ser lo más natural, sobre todo si la pareja ya comparte casa antes de casarse.

Lógicamente, también hay argumentos para ser fieles a la tradición, y el más que tiene más peso es el de mantener la emoción y la sorpresa hasta el último momento. Sorprender al novio con el outfit de novia será sin duda un bonito recuerdo.

Impostazioni privacy