Antioxidantes contra el ictus. Aumentar nuestra capacidad antioxidante es uno de los mejores escudos de nuestro cuerpo para prevenir los riesgos de enfermedades y, entre ellas, los accidentes cerebrovasculares. Incluir en nuestra dieta alimentos ricos en propiedades antioxidantes, como las frutas o verduras, también puede ser un buen aliado para prevenir los riesgos de ictus, tal y como constata la última investigación llevada a cabo y en el que solo han participado mujeres. La prevención es el primer paso para disfrutar de una buena salud.
¿Qué podemos hacer para reducir el riesgo de sufrir un ictus? De entrada, la prevención pasa por seguir unos hábitos saludables, desde abandonar el hábito del tabaco, fundamental para nuestra salud, la práctica de ejercicio físico a llevar una dieta sana y equilibrada en la que no debemos olvidar incluir, tal y como ha constatado el último estudio llevado a cabo por el Instituto Karolinska de Suecia y en el que solo han participado mujeres entre los 49 y los 83 años, los alimentos ricos en antioxidantes. Alimentos cuyas propiedades ayudan a eliminar el denominado estrés oxidativo y a aumentar nuestra capacidad antioxidante para combatir los radicales libres que actúan sobre nuestras células.
Entre los alimentos ricos en antioxidantes, las frutas y las verduras están a la cabeza. Alimentos ricos además en vitaminas (fundamentalmente C y E) que pueden ayudar a prevenir la inflamación, la formación de trombos, los daños en los vasos sanguíneos y el aumento de la presión arterial. Independientemente de si se tiene un historial de riesgo de padecer ictus, el estudio señala que el consumo de antioxidantes es beneficioso y reduce las posibilidades de sufrir uno de los trastornos más serios de la salud.
La investigación, publicada por la Asociación Americana del Corazón, se basó en el estudio de la dieta y el nivel de antioxidantes, concluyendo que cuanto mayor es su consumo más se reduce la tasa de ictus en mujeres sin antecedentes o enfermedades cardiovascualares. Otro dato interesante que también ha arrojado este estudio es que las mujeres con mayor capacidad antioxidante también se mostraron más receptivas a los consejos sobre hábitos y conductas saludables. En conclusión, tener una buena salud no es motivo para olvidarse de ella, todo lo contrario, debe ser un aliciente para seguir cuidándonos tanto por dentro como por fuera.
Unos sencillos consejos sobre alimentación, como reducir el consumo de sal y controlar los niveles de colesterol; evitar las dietas ricas en grasas saturadas y aumentar el consumo diario de verduras y frutas (cinco piezas al día) para evitar, sobre todo, problemas de peso, te ayudarán a sentirte mejor y a aumentar las defensas de tu cuerpo contra los enemigos de la salud.
