Dieta volumétrica: Cómo es y menú completo

La dieta volumétrica se considera una de las dietas más sanas para adelgazar de forma equilibrada, debido a que permite ingerir una gran cantidad de nutrientes mientras nos sentimos saciados. Por estas y por otras razones, la dieta volumétrica se ha convertido en una de las favoritas por los especialistas en nutrición. Te contamos qué es, cuáles son sus ventajas y desventajas y cómo se crea un menú de dieta volumétrica.

Qué es la dieta volumétrica

La dieta volumétrica se enfoca en comer la mayor cantidad posible de alimentos nutritivos con pocas calorías. Es decir, la idea es que nuestro estómago pueda llenarse y sentirse saciado comiendo la cantidad que necesites para ello, pero siempre eligiendo alimentos de poco aporte calórico.

Por ejemplo, mientras que con 400 calorías de pollo frito sólo llenas un tercio de tu estómago, 400 calorías de ensalada de verduras con champiñones permite saciarte por completo, porque al tener pocas calorías puedes comer mucha más cantidad, sin que esto afecte a tu peso.

Ventajas y desventajas de la dieta volumétrica

La principal ventaja de la dieta volumétrica es su efecto saciante, indispensable para muchas personas que tienen ansiedad por la comida y el hecho de pasar hambre puede haber sido uno de los factores principales para rendirse ante las dietas.

Además, la dieta volumétrica es muy saludable, ya que se basa en la ingesta de alimentos de gran aporte nutricional, llenos de vitaminas, minerales y proteínas, por lo que durante toda la dieta tu cuerpo se sentirá nutrido y sano.

Una de las mayores desventajas de esta dieta es que es un poco más lenta que otros tipos de dietas para adelgazar, debido a que está pensada para adelgazar gradualmente, lo que se considera una forma de perder peso mucho más sana y equilibrada que las dietas rápidas.

Además, no es la dieta más recomendable para personas que no suelan cocinar o que no les gusten la mayoría de los alimentos saludables incluidos en la dieta. Tampoco es la dieta ideal para aquellas personas que no deseen renunciar a comer hidratos de carbono, ya que éstos están casi totalmente restringidos.

De todas formas, como cualquier proceso de dieta, es importante mantener una actitud positiva y tener voluntad de superarse a una misma. Ten en cuenta que la dieta volumétrica puede ser una buena forma de cambiar de hábitos alimenticios.

Dieta volumétrica: Cómo se hace un menú

Una de las mayores ventajas de la dieta volumétrica es que es mucho más libre que otras dietas, donde se estima estrictamente la cantidad y los alimentos que se deben comer. Sin embargo, en la dieta volumétrica se puede comer todo lo que desees de los alimentos permitidos, que como ya hemos apuntados, son todos aquellos con muchos nutrientes y pocas calorías.

Cada persona decide qué comer cada día y cómo cocinarlo, e incluso la cantidad. Eso sí, es importante contar con la suficiente información para aprender a contar las calorías ingeridas durante el día, por lo que es importante ponerse en manos de un asesor nutricional si deseas seguir una dieta volumétrica.

Los alimentos recomendados en la dieta volumétrica son todas las verduras excepto las que tienen fécula como la patata, privilegiando el aporte cuantioso de verduras de hoja verde. La mayoría de las frutas son muy recomendadas en la dieta volumétrica, ya que contienen gran cantidad de agua y nutrientes.

El consumo de proteínas es importantísimo en esta dieta, ya que será el que aporte la energía al cuerpo, por lo que se pueden comer las proteínas magras animales necesarias, como el pollo, el pavo, el conejo y los pescados, azules y blancos. El salmón es uno de los alimentos más recomendados para esta dieta. Y, por supuesto, los huevos no pueden faltar en la dieta, principalmente para hacer desayunos proteicos muy equilibrados. Aunque los lácteos no son muy recomendados, las dietas volumétricas suelen aceptar incluir yogur natural, kéfir de leche o queso bajo en grasa.

El consumo de proteínas vegetales también es importantísimo por lo que una buena sopa de lentejas con verduras o garbanzos con brócoli pueden ser buenas alternativas para la comida. Los champiñones, el tofu y el tempeh o las leches vegetales también son alimentos muy proteicos bajos en calorías que están permitidos en la dieta volumétrica.

También las grasas buenas son admitidas en la dieta, como el aguacate y los frutos secos y semillas, que además suelen aportar aminoácidos esenciales al organismo.

Los alimentos que se restringen en la dieta volumétrica, incluso de manera permanente, son las grasas saturadas, harinas refinadas e hidratos de carbono simples, azúcares simples, bollería industrial, refrescos… Es decir, todos esos alimentos que sabemos que no son saludables.

Para muchos, pensar en no comer hidratos de carbono puede ser impactante en un primer momento. Debes saber que en realidad, las proteínas proporcionan mucha más energía que los hidratos, ya que estos últimos sólo modifican los niveles de insulina en la sangre durante poco tiempo, por eso son alimentos que suelen provocar ansiedad. De todas formas, una buena dieta volumétrica puede contener algún hidrato, pero siempre en su forma compleja: alguna harina integral, edulcorantes naturales que sustituyen al azúcar o algún plato de quinoa o arroz.

Como ves, tienes infinidad de posibilidades de platillos en una dieta volumétrica, más enfocada en aprender a comer saludable que en bajar de peso rápidamente.

Además, no te pierdas estas deliciosas recetas de desayunos saludables y este menú semanal antiinflamatorio para reducir la hinchazón.

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