Autismo: ¿Es posible detectarlo antes de los dos años?

autismo infantil
Autismo: ¿Es posible detectarlo antes de los dos años? Éste es el reto que se han marcado los investigadores y expertos en una enfermedad cuyos síntomas, hasta ahora, parecían esconderse hasta los dos años. El diagnóstico precoz es fundamental y, según un estudio cuyas conclusiones son esperanzadoras, el autismo podría ser detectado a partir de los seis meses, edad en la que nuestro cerebro empieza a marcar las primeras diferencias.
 
El autismo es un trastorno infantil caracterizado fundamentalmente por el deterioro en la relación social, problemas de comunicación y actividades e intereses poco frecuentes. Otros síntomas propios del autismo son el desinterés por el entorno, no mirar a los ojos o actuar como si fuera sordo (aunque el niño autismo evita sonidos y luces muy fuertes), rechazar el contacto físico y no responder a su nombre. Al mismo tiempo, el niño autista no tolera bien los cambios y puede presentar cierta obsesión con algunos objetos.
 
El autismo es una enfermedad de la que todavía el cerebro no ha desvelado todas las respuestas. Y precisamente, una de las que escondía es la edad a la que se pueden diagnosticar los primeros síntomas, hasta ahora en torno a los dos años. Sin embargo, y ante la importancia del diagnóstico precoz, los investigadores se preguntaron si el cerebro no revelaría alguna señal antes de esa edad. Y estaban en lo cierto, ya que según el último estudio llevado a cabo en Estados Unidos (Universidad del Norte de Carolina) y en el que han participado cerca de un centenar de bebés (con un seguimiento de dos años y con un factor de riesgo genético al tener hermanos con autismo), a partir de los seis meses se observan ciertas anomalías en las denominadas fibras de materia blanca que se encargan de conectar las regiones cerebrales.
 
Para las pruebas se realizaron desde resonancias magnéticas, durante las horas de sueño, hasta escáneres cerebrales en determinados periodos de edad entre los seis y los 24 meses. En aquellos niños, un 30%, en los que se detectó un desorden se constató que la velocidad a la que trabaja esta materia blanca es mucho menor. Además, los responsables del estudio también han concluido que el autismo no afecta a una parte del cerebro, sino a toda.
 
Los resultados del estudio son muy prometedores, ya que abren una puerta a adelantar el diagnóstico lo máximo posible. Cuando antes se detecte el autismo, o el factor de riesgo, antes se podrá iniciar el tratamiento y por tanto intervenir de manera más efectiva en el desarrollo del cerebro del niño.
 
Debido a que el autismo sigue siendo una incógnita en muchos aspectos, ante la mínima duda, se debe consultar al médico o pediatra. El tratamiento, basado fundamentalmente en la educación especial, también puede ir acompañado de alguna terapia farmacológica y ayuda psicológica. La comprensión y, sobre todo, la información sobre qué es y cómo se trata el autismo es fundamental para afrontar este trastorno.

Impostazioni privacy