Cómo mejorar la comunicación con los hijos: Las claves

Cómo mejorar la comunicación con los hijos es una de las preocupaciones de los padres, especialmente a medida que van creciendo. La comunicación es clave para cimentar una relación entre padres e hijos fuerte, sincera y basada en la confianza. No sólo se trata de dialogar, sino especialmente de escuchar a los hijos.

Mantener una buena comunicación favorece la autoestima, seguridad y motivación de los hijos, y esta relación de confianza con los padres permitirá abordar de manera abierta los temas más delicados, como puede ser hablar de los hijos sobre sexualidad, por ejemplo. Estas son algunas de las claves para mejorar la comunicación entres padres e hijos.

¿Cómo puedo mejorar la comunicación con mi hijo?

Escuchar con atención, pedir opinión y empatizar son claves a la hora de facilitar la comunicación con los demás, y extensivas a la relación entre padres e hijos. Ser padres es una tarea de aprendizaje constante, y fomentar una comunicación fluida generando un clima de confianza es fundamental para expresar abiertamente las emociones y sentimientos.

Practicar la escucha activa es un consejo prioritario. Los niños y adolescentes necesitan ser escuchados, sin ser interrumpidos y utilizando un tono de voz adecuado, y saber que sus padres les prestan atención. De igual manera, no debemos restar importancia a sus problemas o preocupaciones. Puede que desde nuestra perspectiva de adultos será una cuestión menor, pero no desde la del niño o adolescente. El diálogo fomenta el entendimiento para alcanzar acuerdos con los hijos.

Escuchar sin juzgar y evitando dar opiniones impositivas, especialmente cuando los hijos hablan abiertamente de sus sentimientos. De igual manera que hay que evitar juzgar de antemano los comportamientos de nuestros hijos, hay que evitar imponer las opiniones. Ser un padre autoritario puede generar la misma inseguridad y falta de autoestima que ejercer como padres demasiado protectores.

Hay situaciones en las que, como padres, hay que saber ser pacientes y no insistir si el niño o adolescente no quiere hablar.

Olvídate de las pequeñas mentiras que los padres dicen a sus hijos y muéstrate siempre clara al hablar, utilizando un lenguaje preciso y concreto, y eligiendo las frases para alentar a tus hijos y darles seguridad.

La sinceridad es un pilar importante de la comunicación entre padres e hijos, lo que implica ser consecuente entre lo que pensamos, decimos y hacemos. Ser sinceros implica además saber pedir disculpas a los hijos cuando cometemos un error. Nuestro comportamiento no pasará inadvertido para ellos.

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