Fertilidad: Tratamientos para preservarla

La fertilidad se define como la capacidad para concebir un embarazo natural y llevarlo a término durante los 9 meses. La edad es un factor clave en la fertilidad femenina, porque la reserva ovárica disminuye a medida que nos hacemos mayores.

No solo la cantidad, sino la calidad de los óvulos influyen en las probabilidades de la mujer de conseguir un embarazo natural. De hecho, las probabilidades de ser madre a los 35 se reducen, por término medio, a un 10% por ciclo. Los avances científicos han revolucionado en los últimos años los tratamientos para preservar la fertilidad y para ayudar a las parejas con problemas de infertilidad.

¿Cuál es el mejor tratamiento para la fertilidad?

El retraso en la edad de maternidad es una de las causas que explica las dificultades para quedarse embarazada de manera natural. Los tratamientos de reproducción asistida permiten a la mujer no renunciar ser madres, no solo cuando se ha superado la barrera de la edad fértil (20-35 años) sino cuando se ve obligada a postergar su maternidad por enfermedad, por ejemplo un diagnóstico de cáncer.

Tratamientos para preservar la fertilidad recomendados también en pacientes con patologías autoinmunes (artritis reumatoide, lupus, entre otras), pacientes que vayan a ser sometidas a un trasplante de médula o en el caso de mujeres con diagnóstico de endometriosis severa.

Congelar óvulos es un tratamiento basado en la congelación ultrarrápida (vitrificación) de los óvulos u ovocitos. La mujer podrá recurrir a sus propios ovocitos cuando desee ser madre. Previa a la vitrificación de óvulos la mujer se somete a una estimulación ovárica. Los óvulos se congelan el mismo día de la extracción, pudiendo permanecer durante tiempo ilimitado.

Consiste en la congelación o criopreservación de pequeños fragmentos del tejido de la corteza ovárica, la zona más externa y donde se localizan los ovarios. El tejido se conserva en nitrógeno a muy bajas temperaturas. Para su extracción se realiza una cirugía laparoscópica. Es una de las técnicas más novedosas y eficaces en la preservación de la fertilidad.

Al igual que el tratamiento anterior está recomendado en el caso de pacientes de cáncer o de otras enfermedades. Una vez superada la enfermedad, si se ha producido una alteración de la función ovárica, se reimplantarán los fragmentos de corteza extraídos.

Es una técnica también denominada ooforopexia y que se basa en alejar los ovarios para evitar, en el caso del tratamiento con radioterapia, su exposición directa, evitando posibles efectos secundarios de la radiación.

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