Halloween y niños pequeños: ¿cómo explicarle esta fiesta?

Halloween es una festividad de diversión donde los niños se lo pasan en grande disfrazándose y comiendo dulces. No obstante, no hay que dejarse llevar por la emoción y olvidar que se trata de una celebración que honra a los difuntos, ya que probablemente nuestro pequeño nos pregunte en cualquier momento por qué nos disfrazamos de monstruos que dan miedo. Te contamos cómo explicar la fiesta de Halloween a niños pequeños.

¿Cómo hablarles sobre la muerte?
La primera pregunta con la que te abordará un niño pequeño será “¿Por qué nos disfrazamos de cosas que dan miedo?”. Este será el momento preciso para a introducirle el concepto de la muerte. Una forma muy delicada de hacerlo es explicarle que las personas somos como astronautas, es decir, que nuestros cuerpos son el traje espacial de nuestra alma y que, con el tiempo, acaba deteriorándose. Pero no tiene que preocuparse por ello, ya que simplemente perderá el traje y a él no le ocurrirá nada malo.
Puedes adaptarlo a cualquier otra religión distinta a la del cristianismo, pero es muy importante que le dejes claro que la vida es un viaje y que deberemos abandonar la Tierra, haciendo especial hincapié en el hecho de que no le pasará nada malo. Esto último es fundamental, ya que de no hacerlo así a una edad tan temprana puede crearle terrores nocturnos e incluso puede llegar a desarrollar una fobia. Cuando crezca, él mismo podrá comprobar cómo funciona todo realmente.

¿Por qué nos disfrazamos de monstruos?
Una vez lo haya entendido, deberás explicarle los orígenes de Halloween, es decir, que es una celebración en la que se honra a las personas que ya no están con nosotros. Y más que eso: que es la noche en la que el alma de esas personas ha vuelto a la Tierra para asustarnos. Explícale que a los fantasmas les gusta mucho asustar a la gente y que nosotros tenemos que vestirnos igual que ellos para confundirlos y pasar desapercibidos.

¿Y el resto de actividades?
Deberás insistir en el hecho de que es una festividad para honrar a los difuntos y que cada actividad está enfocada a ello. Por ejemplo, las típicas calabazas talladas de Halloween se hacen para ayudar a las almas a que puedan ver, ya que en su dimensión está todo muy oscuro.

¿Hay riesgo de trauma?
Si le explicas todo lo mencionado hasta ahora, lo más probable es que no haya ningún riesgo de que el niño se traume. No obstante, sí que es cierto que siempre hay una pequeña posibilidad, aunque no directamente relacionada con la temática de la fiesta. Ciertas situaciones como la aglomeración de gente, la música demasiado elevada o las bromas pesadas que puedan gastarle otras personas hacen que sus niveles de estrés puedan elevarse rápidamente. Por ello, lo más recomendable es que durante sus primeros años de vida trates de organizar tú misma sus actividades, de modo que puedas tener en cuenta todas las precauciones que ha de tenerse con un niño pequeño en Halloween. ¡Verás cómo se lo pasa en grande sin tener ni pizca de miedo!

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