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Los tejidos de tartán ya no son exclusivos de la ropa, sino que también han saltado a la decoración para crear cálidos y familiares ambientes. Los característicos colores de los tejidos se adaptan a cualquier estancia, siendo un aliado perfecto si queremos, por ejemplo, conseguir un ambiente rústico propio de las casas de campo y de montaña o un toque de elegancia clásica.
El tartán es un tipo de tejido que también se conoce como tela de cuadros escoceses y que se elabora con hilos de diferentes colores que se repiten con un patrón definido. Las líneas y formas geométricas del tartán son uno de sus detalles más característicos. Sin embargo, ¿sabías que este tejido tiene su particular historia? En un principio el tartán o escocés se tejía con lanas de los colores naturales del pelo de la oveja, es decir, utilizando solamente el marrón, blanco y negro. Más tarde, gracias al descubrimiento de los tintes vegetales se crearon otros colores, como los tonos de verde, rojo, azules y púrpura e, incluso, los tonos naranja y amarillo.
Esto llevó a la creación del elegante tartán a cuadros verde y azul adornado con una franja roja, o la versión más formal del tartán en verde y azul sobre un fondo negro con una línea blanca delgada. O el tartán real de color rojo, verde y azul destacado en el fondo blanco.
Muebles de tartánLa escala de colores del tartán , que van del rojo al marrón hasta los tonos más oscuros de gris y negro, es también es muy apreciada en habitaciones clásicas con prevalencia de muebles de madera oscura. Este estilo es capaz de aportar un toque cálido, cómodo y relajante a las habitaciones con mucha luz, mientras que en estancias con menos luz aporta calidez, intimidad y elegancia.
El tartán no solo es una alternativa para las mantas, sino también para los cojines, la tapicería de sillones, sillas y sofás, alfombras, manteles… que, en función de su combinaciones de colores, pueden aportar frescura y modernidad, o calidez y elegancia.
Un consejo: si eliges el tartán para decorar tu hogar, lo ideal sería completar una de las estancias con una chimenea, para crear un ambiente acogedor y romántico en todos los aspectos. Una alternativa podría ser un recipiente de cobre que contenga una serie de velas que se pueden encender en las noches frías de invierno, pero también en el verano para hacer el ambiente íntimo.
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