Dominación en la pareja: cómo saber si eres sumisa

Las relaciones tóxicas son mucho más comunes de lo que parecen, En este tipo de relaciones uno de los miembros de la pareja domina por encima del otro y existe una clara desigualdad. Lo más peligroso de este tipo de relaciones es que la persona dominada, generalmente no se da cuenta de que lo es y además, desarrolla una relación de dependencia con su dominador que le lleva a dejarse dominar cada vez más y más. Existen una serie de señales que pueden identificar este tipo de relaciones. A continuación, te mostramos las más comunes.

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Señales de poder estar siendo sumisa sin saberlo

Chantaje emocional

Generalmente las personas dominantes no son capaces de aceptar un no por respuesta a sus deseos o necesidades. Pero tampoco obligan directamente y de frente a su pareja a hacer todo aquello que les plazca. Es aquí, donde entra el chantaje emocional. Si en algún momento no haces lo que ellos desean, automáticamente tendrán un problema grave, estarán emocionalmente hundidos o simplemente se pondrán enfermos para llamar la atención del sumiso. Es fácil de reconocer este mecanismo: si en algún momento haces algo que a él no le gusta, y automáticamente sufre un problema por el que debes ceder a sus exigencias anteriores de tal manera que es la única opción posible, está llamando tu atención y ejerciendo el chantaje emocional. Es difícil de reconocer este mecanismo, pero cuando se emplea de forma continuada puede darte una pista de que estás siendo sumisa en la relación. Una vez, haya conseguido su objetivo, te colmará de atenciones y mimos, pues has cedido a su chantaje y se siente de nuevo en su zona de confort dominante.

Silencios intencionados

Otra de las tácticas que más emplean este tipo de personas es el silencio intencional. Consiste en ignorar totalmente a la pareja, cuando esta tiene un comportamiento independiente o simplemente no presta una atención total hacia ellos. Si en algún momento no contestas a sus exigencias como él quiere, posteriormente te ignorará. No contestando a tus mensajes, siendo frío en las respuestas si lo hace o incluso no dando señales de cariño durante un tiempo. Las personas tendemos a ponernos nerviosas cuando no existe comunicación, y este punto débil es el que utiliza el dominador para ejercer su poder. Es importante que aprendas a tener paciencia y frenes este comportamiento, porque cuanto más se prolongue la dominación, más difícil será que comprenda que no todo puede ser como él quiera.

Amenazas

Muchas de las ocasiones en las que el dominador ve su poder en peligro y no funcionan ninguna de las técnicas anteriores, utiliza la amenaza.Si habéis tenido alguna discusión y da a entender que no tiene clara la relación y que está pensando en dejarte. Claramente tenéis una relación tóxica. Las personas no dominantes, si quieren dejar una relación no amenazan con ello, lo hacen y punto. Otra de las amenazas que puedes encontrar más sutiles, es que de repente intente darte celos diciendo que va a volver con su ex o alguna cosa parecida. No cedas a las amenazas o estarás perdida.
Dejar de ser sumisa
Lo más importante para dejar de ser sumisa, es tener presente que por mucho que quieras a la otra persona, una relación en la que no tienes ningún tipo de libertad no va a hacerte feliz. Intenta pensar en todo aquello que hacías antes de conocerlo y en la enorme carga que supone no tener ningún poder a la hora de decidir. Debes intentar hablar con esa persona, porque muchas veces el dominador tampoco es consciente de que lo es, pero debes dejar claro que la situación debe cambiar o por el contrario, la relación no puede funcionar.

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