Ser padres sin ser pareja: Tener hijos con amigos genera debate

No hay duda de que las familias están en constante transformación, y con ello el concepto de «padres». Ser madre o padre ya no está ligado a un vínculo sentimental, mucho menos al matrimonio o a una pareja heterosexual. Y es que los cambios sociales que vivimos actualmente favorecen que haya acuerdos sobre la paternidad sin que necesariamente haya una relación de pareja sentimental de por medio. La co-paternidad o los padres sin ser pareja son parte del debate actual. Reflexionamos sobre ello.

Por qué dos amigos deciden ser padres

Está claro que no vivimos del mismo modo que hace tan sólo 50 años (por poner un ejemplo lo más cercano posible). Hoy en día tener pareja no es una prioridad para todas las personas. Otras, ven cómo el reloj biológico sigue marchando mientras no encuentran esa persona que buscan para compartir su vida sentimental. La posibilidad de ser madre soltera o padre soltero está ahí, pero los sistemas de adopciones son agotadores y desmotivantes y, en el caso de las mujeres solteras que desean ser madres, no todas ven como posibilidad de vida una inseminación con un desconocido.

Tic, tac, sigue corriendo el reloj mientras las posibilidades de convertirse en madre o padre se alejan. Es en este tipo de momentos clave en la vida de una persona, cuando de repente, dos amigos se encuentran en la misma situación, y deciden que su deseo de convertirse en padres no tiene por qué ser frustrado en función de su situación sentimental. Su compromiso hacia la maternidad y paternidad es total, y deciden tener hijos sin ser pareja.

Es lo que cada vez más amigos están haciendo en la actualidad, cambiando completamente el concepto de paternidad ligado al de pareja sentimental, algo que está generando bastante debate en la sociedad y que genera un cierto desequilibrio legal. De hecho, muchas amigos que han decidido ser co-padres se encuentran con un vacío legal ante la protección de sus hijos, con el que las parejas sentimentales no cuentan.

El debate hacia los co-padres

Algunos sectores más tradicionales de la sociedad se inclinan por estar en contra de la co-paternidad o de los padres que no son pareja. Consideran que tener hijos va ligado íntimamente a la relación sentimental y con ello al acto sexual en una unión formal, preferiblemente el matrimonio.

Pero realmente la idea del amor ligado a los hijos es una categoría moderna. Durante siglos los matrimonios concertados fueron una constante en nuestra cultura occidental y en la mayoría de las culturas que se conocen. Incluso sucede en algunas culturas de la actualidad. Eso significaba que aunque la unión fuera legal y religiosa, el acto de concebir hijos se realizaba en infinidad de casos con un completo desconocido. Para muchos matrimonios concertados, la mayor aspiración es que «con el tiempo» surgiera el amor, o al menos una amistad cordial que permitiera una mejor vida matrimonial, en la que, por supuesto, se incluía el cuidado de los hijos.

Si lo pensamos bien, la idea de familia convencional o tradicional puede llegar a ser incluso una ilusión. Padres y madres que no se aman forzados a mantenerse en matrimonio por ley o convenciones sociales, madres solteras con hijos mal llamados «bastardos», hijos huérfanos que se crían con tíos o abuelos, niños adoptados, mujeres lesbianas que dicen ser hermanas, hijos que viven con madrastras o padrastros que no son tan malos como en los cuentos de hadas…

Realmente siempre han existido otro tipo de familias. La diferencia es que hoy no se esconde y somos un poco más libres para decidir lo que significa para nosotros la familia y crearla según se nos presenta la vida.

Ser padres sin ser pareja: cómo enfrentarlo

Es importante entender que cuando dos amigos deciden convertirse en pareja dejando a un lado el aspecto sentimental, generalmente lo hacen con la plena convicción de su deseo de ser padres y con la intención de responsabilizarse completamente del significado de la paternidad y la maternidad. Al menos esa es la situación ideal.

Hay que recordar que no siempre los padres que son pareja tienen hijos con la plena convicción de hacerlo, no siempre se sienten preparados para su nueva vida y desgraciadamente hay muchos casos en que la combinación de cuidado, amor, entrega y responsabilidad no se da en padres que son pareja.

Una de las ventajas de los amigos que se convierten en padres es que sí existe el deseo real de tener hijos, una intención sólida de formar una familia (aunque no sea la convencional) y una predisposición total de responsabilizarse completamente de sus hijos.

El cómo convertirse en padres sin ser pareja es uno de los aspectos más difíciles para los amigos que desean convertirse en padres. Es importante tener claro cómo desean estructurar su nueva familia, si vivirán juntos, si separados, cerca, en ciudades diferentes, qué pasaría si encontraran una pareja sentimental… En realidad, quizás es lo que todos los futuros padres-pareja deberían plantearse antes de decidirse formar una familia. Solucionaría muchos traumas psicológicos a los hijos en los casos de divorcio.

Los co-padres deben ser conscientes de que desgraciadamente no todos los sectores sociales van a apoyar su decisión y que esto puede afectar de algún modo a sus hijos. La idea de familia tradicional sigue siendo la imperante en el entorno de los niños y niñas, en las escuelas, los libros de texto y literatura, la televisión… Y lo más probable es que los pequeños se sientan extraños o confundidos en algún momento de sus vidas. Por eso, mantener una sana comunicación con ellos y ser siempre sinceros con respecto a la conformación familiar es fundamental en el caso de las familias creadas con amigos que no son pareja.

La relación entre los co-padres es sumamente importante para favorecer un entorno de cordialidad, unión y amor (aunque no sea sentimental, sí de amistad) en el que el hijo o hija se desarrolle. Tener claras las formas en que se desea educar a los hijos, los valores morales que ambos desean enseñarle y el espíritu familiar que desean crear y transmitir a sus hijos, es algo fundamental que los amigos que desean ser padres deben establecer. Aunque en realidad, es lo que cualquier padre, con pareja sentimental o no, debería plantearse antes de tomar la decisión.

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