5 consejos para disfrutar del día a día y vivir sin temores

¿Te has detenido a pensar en cuánto tiempo y energía te roban los pensamientos negativos? Mantener nuestra mente ocupada con preocupaciones, incluso adelantándonos a lo que pueda suceder, solo hace que aumente nuestra frustración y no disfrutemos del día a día. No se trata de eludir responsabilidades, si no de preocuparse en su justa medida porque de lo contrario corremos el riesgo de perder el control y, sobre todo, de quedar atrapadas en un círculo de negatividad del que termina siendo difícil salir. Y sobre tod,o no hay que evitar los cambios y las novedades en la vida cotidiana solo por algún temor. A continuación, te proponemos 5 consejos claves para disfrutar del día a día y vivir sin temores.

Rescata recuerdos positivos

Cuando los pensamientos negativos se vuelvan recurrentes, lo mejor es atacarlos de frente con un recuerdo totalmente diferente y positivo, una sensación, un momento que nos haga sentir bien y olvidarnos de lo que nos preocupa. Recuerda que tú decides lo que quieres pensar y la que dirige el camino de tu mente. Un truco sencillo para dejar en pensar en algo que nos genera malestar: cierra los ojos y cuenta en voz alta hasta 15. Luego, rememora un pensamiento feliz, un recuerdo de un momento que te haya hecho bien y repásalo en tu mente una y otra vez haciendo caso a los pequeños detalles. Verás que si enlazas una situación negativa a un recuerdo positivo, poco a poco dejarás de tener tanto miedo. Ejemplo: si tienes miedo a enamorarte, cuando sientas ese miedo piensa en algo positivo que hayas vivido en el amor y aférrate a lo positivo mentalmente. Poco a poco la asociación negativa entre amor y dolor irá desapareciendo.

Centrarse en el presente

Nos preocupamos tanto por el futuro, hipotético siempre, que en ocasiones nos olvidamos de vivir en el presente. Con los problemas que nos preocupan hay que centrarse en el hecho y buscar una solución, y en caso de no tenerla hay que evitar darle vueltas de manera continua. Es la manera más rápida de gastar energía y de caer en un estado de ánimo negativo. Centrarse en el presente es la mejor manera de afrontar el futuro sin temores. Para lograrlo, practica mindfulness (atención plena).

Evitar sobredimensionar los problemas

Muchas veces somos nosotros mismos los que hacemos más grande un problema de lo que en realidad es, quizá llevados por las emociones. Para ello, lo mejor es ocupar la mente, porque de esta manera le sacaremos más partido que dándole vueltas a lo que nos preocupa. Con la mente ocupada, ya sea en el trabajo o en alguna actividad que nos relaje, tomaremos distancia y adoptaremos decisiones más acertadas. Para evitar sobredimensionar los malos ratos, intenta pensar en la vida a largo plazo, reflexiona sobre ese problema del pasado del que ahora te ríes y date cuenta que la vida es muy larga como para estar sufriendo hoy por algo que quizás dentro de un poco, se convierta en una anécdota.

Soñar despierto

Soñar despierto, siempre que no perdamos la noción de la realidad, es bueno para nuestra salud emocional, ya que nos ayuda a olvidarnos de las preocupaciones. Eso sí, con algunos límites. Elige soñar con tus propios deseos, aquellos que sabes que te harán feliz, que no impliquen a nadie más que a ti. Sueña en grande y en pequeño: imagina lo guapa que estarás mañana en esa fiesta ¡o en lo hermoso que será ese viaje a Tailandia que quieres hacer!

Confiar en ti mismo

Conocemos nuestras debilidades y fortalezas y eso es lo que tiene que servir de herramienta para afrontar el día a día con seguridad y sin temores. Confiar en uno mismo es la mejor manera de reaccionar de forma positiva ante los contratiempos o los cambios inesperados. Si no te sientes muy confiada contigo misma, te recomendamos estos 10 trucos científicos para mejorar la autoestima.

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