Cambios flujo vaginal: ¿Qué nos indican?

flujo vaginal
¿Qué nos indican los cambios en el flujo vaginal? Es una de las molestias más frecuentes en ginecología, pero los cambios en el flujo vaginal no siempre responden a un problema de salud. Así, por ejemplo, durante el periodo de ovulación es normal que la cantidad de flujo aumente, así como sus características. Sin embargo, conviene estar atentos a los posibles cambios que experimenta a lo largo del mes, ya que en otros casos sí puede ser una señal que nos alerta, por ejemplo, de una infección. ¿Cuáles son los cambios más comunes y a qué están asociados?
 
Conocer nuestro cuerpo es importante, ya que es la mejor manera de adelantarnos a un posible problema de salud. El cambio en el flujo vaginal es una de esas molestias que, aunque no siempre están relacionadas con un problema o trastorno de salud, sí nos puede alertar de que algo no funciona bien. Vamos a ver más detenidamente cuándo aparecen estos cambios y qué nos están indicando, pero antes hay que señalar que el flujo vaginal cumple una función importante, ya que se encarga de proteger el aparato reproductor femenino de posibles infecciones.
 

Flujo vaginal: Aumento cantidad

Durante la etapa de ovulación, el flujo por lo general es más abundante de lo habitual, mostrándose además más transparente y elástico, con una textura parecida a la clara de huevo. Se trata de un cambio totalmente normal, inocuo, que no debe preocuparnos. La excitación de las relaciones íntimas y el embarazo (sobre todo durante el primer trimestre de gestación) también pueden causar un aumento de la cantidad de flujo vaginal. Precisamente, al cambiar con la ovulación el flujo puede ser un buen indicador de los días más fértiles si estamos pensando en ser madres.
 

Flujo vaginal: Cambio de olor y color

En este caso, cuando el flujo cambia de olor y tonalidad, sí es probable que nos alerte de una infección. Si tiene un tono grisáceo y un olor desagradable, puede estar causado por una infección de bacterias. Por el contrario, si es de color blanco, espeso y sin olor, por hongos (candidiasis). Cuando es de tonalidad amarillenta o verdosa, es posible que se trate de una gonorrea, una infección (ETS) muy frecuente. En cualquiera de estos casos, es imprescindible acudir al ginecólogo y someterse a un tratamiento para combatir la infección, ya que en caso contrario puede tener consecuencias negativas para la salud femenina.
 
Cuando el flujo cambia de color, incluso llega acompañado con una sensación de picor en la zona íntima o de ardor, además de un problema de infección también puede indicar un desequilibrio de la flora vaginal.
 

Flujo vaginal: Higiene íntima

Los cambios que, al igual que la regla, experimenta el flujo vaginal a lo largo del mes, o cuando son la respuesta a una infección vaginal, pueden resultar incómodos. Para ello, conviene cuidar más las medidas de higiene íntima. Las toallitas, compresas o protectores nos aportan mayor sensación de comodidad, al igual que lavarnos de manera más frecuente (es mejor utilizar jabones y geles de pH neutro).

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