Caminar: Menos riesgos de diabetes e hipertensión

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Caminar: Menos riesgos de diabetes e hipertensión. En concreto, algo tan sencillo como caminar puede reducir hasta un 12% los riesgos de padecer diabetes y más de un 4% el de tener la tensión alta. En otras palabras, caminar es una opción saludable y, sobre todo, una inversión segura para proteger nuestra salud de patologías tan conocidas como la diabetes, los elevados niveles de tensión y de colesterol. Y otro argumento más para empezar a caminar, los beneficios son similares, e igual de eficaces, que correr.
 
El ejercicio físico es sinónimo de salud, beneficios reconocidos de los que podemos sacar partido realizando algo tan sencillo y cotidiano como caminar. Beneficios que se traducen en reducir los riesgos de padecer hipertensión arterial, colesterol elevado –hipercolesterolemia– y diabetes. Así lo ha constatado un nuevo estudio, cuyos resultados, publicados en Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular Biology, no vienen sino a reforzar la importancia de mantenernos activos y evitar el sedentarismo. Un estudio que además indaga en una actividad física en concreto, caminar, asegurando que puede resultar tan beneficioso como correr si buscamos un aliado para prevenir las patologías antes reseñadas. Así, en concreto, caminar reduce un 7% los riegos de colesterol elevado, porcentaje que aumenta hasta el 12% en el caso de la diabetes.
 
El estudio, realizado por investigadores del laboratorio Lawrence Berkeley, Estados Unidos, apunta a que tanto caminar –a un ritmo moderado o vigoroso- y andar, cuando el gasto energético es similar, comparten beneficios y eficacia. La respuesta, según explican los autores del estudio, es que en ambas actividades físicas están implicados los mismos grupos musculares.
 
Las conclusiones no son precipitadas, ya que se han analizado los efectos de ambas prácticas (caminar y correr) durante un periodo de 6 años. En concreto, se han evaluado los efectos sobre factores de riesgo de las cardiopatías isquémicas, contando con la participación de más de 33.000 corredores y otros 15.000 que optaron por caminar como ejercicio físico. Para el estudio se tuvieron en cuenta los datos de distancias totales recorridas y gasto metabólico, independientemente del tiempo que se haya invertido en su práctica.
 
Y el resultado, en pocas palabras, es que cuanto más activos seamos, más beneficios reportamos a nuestra salud. Según recoge el estudio, los riesgos de hipertensión se redujeron un 4,2% entre los participantes corredores, un porcentaje superior cuando se opta por caminar de manera a un ritmo moderado, 7,2%. Disminución de riesgos que también se constató que era mayor cuando se caminaba en los casos de hipercolesterolemia, es decir, niveles elevados de colesterol, con una reducción del 7%, frente al 4,3% en el caso de los corredores.
 
Sin embargo, quizá las virtudes del ejercicio físico donde más reflejo ha tenido es en el caso de la diabetes. Así, según los resultados del estudio, ante un gasto metabólico similar, tanto caminar como correr reducen los riesgos de padecer diabetes en un 12%.
 
Practicar ejercicio físico, aunque saludable, es un hábito que no siempre seguimos. Sin embargo, la pereza, la falta de motivación o el estar en baja forma –entre otras excusas para mantenernos inactivos- no sirven, porque este estudio demuestra que con algo tan sencillo y cotidiano como el caminar se puede ganar en salud y en calidad de vida. Caminar, en otras palabras, es una inversión segura y un protector para nuestra salud. Caminar es una actividad más sostenible.

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