Cocaína: España es el país de Europa que más consume, y ello pese a que el último informe anual del Observatorio de las Drogas y las Toxicomanías apunta que el consumo de esta sustancia ha empezado a retroceder tras más de diez años en línea ascendente. El motivo no parece ser una cuestión de salud, sino económica, ya que la cocaína no es una droga barata. España se sitúa entre los cinco países europeos donde más se consume, aunque hay que destacar un dato importante y es el ligero descenso registrado entre los más jóvenes (entre los 15 y los 34 años).
La cocaína es uno de los estupefacientes más adictivos por su poder estimulante y, según los datos de la Agencia Europea sobre Drogas, en España la consume el 2,7% de la población. Consumo en muchos casos relacionado con el alcohol y a la que también se la considera una droga de fin de semana. El precio de un gramo de cocaína oscila entre los 50 y los 80 euros, motivo principal al que los expertos achacan el descenso que se ha comenzado a notar después de más de una década donde el consumo de esta droga ha crecido de manera imparable en todas las franjas de edad.
Aunque pueda resultar paradójico, lo cierto es que la cocaína hasta no hace mucho ha sido vista como una droga de moda y cuyos efectos, erróneamente, no eran considerados tan perjudiciales como el consumo de otros estupefacientes. Sin embargo, estamos ante una droga que no solo puede conducir a la muerte, sino que también provoca ataques de pánico, ansiedad, taquicardias y hasta paranoias. Cuatro de cada cien jóvenes españoles, entre los 15 y los 34 años, reconocen haber tomado cocaína en el último año (según los datos del Observatorio Europeo) al menos una vez. Un consumo experimental que también detectó la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas española. Al igual que en el caso del alcohol se puede evitar un mal trago, con las drogas tampoco conviene experimentar.
El informe también alerta de la aparición constante en el mercado de nuevas sustancias estupefacientes, con la anfetamina como denominador común. Pastillas que están al alcance de cualquiera, incluso a través de la red. Por su parte, la droga más consumida en Europa sigue siendo el cannabis, aunque en este caso también se ha detectado una ligera disminución entre los jóvenes, ya que según el 67% la consideran un riesgo para la salud.
