Corazón sano: Siete claves para protegerlo. Proteger nuestro corazón ayuda a reducir los riesgos de padecer patologías cardiacas, pero también nos hace menos vulnerables a sufrir otras enfermedades crónicas. Prevenir es invertir en salud y la promoción de los hábitos saludables está en nuestra mano. Con siete sencillos pasos o claves a poner en práctica conseguiremos proteger nuestro corazón y nuestra salud. Y nunca es tarde para empezar, todo lo contrario.
¿Cómo proteger nuestro corazón? Los especialistas nos dan las siete claves para que nuestro corazón, y en general nuestro organismo, goce de buena salud. Siete claves para reducir los riesgos de trastornos o dolencias del corazón y para prevenir otros problemas de salud, entre ellas, las enfermedades crónicas y, como apuntaba un estudio publicado este año en Circulation Journal of the American Heart Association, el cáncer.
¿Cuáles son las 7 claves? Tomemos nota para ponerlas en práctica, porque aunque hasta ahora nos hayamos cuidado poco, nunca es tarde para cambiar los hábitos.
- Mantenernos físicamente activos.
- Mantener nuestro peso saludable.
- Seguir una dieta sana, variada y equilibrada.
- Mantener controlados los niveles de colesterol.
- Cuidar la tensión arterial y evitar la hipertensión.
- Mantener controlados los niveles de azúcar en sangre.
- Evitar el consumo de tabaco.
Siete claves que resumen el mensaje integral para cuidar nuestra salud. Todos estos factores influyen directamente en el funcionamiento de nuestro organismo y nuestra mayor o menor vulnerabilidad a padecer determinados problemas de salud.
Prevención: Beneficios
El ejercicio físico y el mantener un estilo de vida saludable se traduce en una disminución de los riesgos de patologías cardiovasculares. El ejercicio físico regular mejora, entre otros, nuestro sistema cardiaco y respiratorio, al tiempo que nos ayuda a prevenir los problemas de peso, la hipertensión, la hipercolesterolemia y la diabetes.
La alimentación juega un papel esencial en nuestra salud. Una dieta sana y equilibrada es sinónimo de salud, ya que ayuda a reducir los problemas cardiacos, evita el colesterol alto, la hipertensión y los problemas de peso. Hábitos saludables como reducir el consumo de sal en la dieta, el consumo de bebidas alcohólicas y apostar por una dieta más rica en frutas, verduras, cereales y pescado.
Dejar de fumar es uno de los principales factores de riesgo que está en nuestra mano evitar para reducir la aparición de patologías del corazón. Fumar es perjudicial para la salud, sobre todo para el sistema cardiovascular, ya que aumenta el riesgo de trombosis, entre otros.
Otra de las claves preventivas atañe al peso. Los problemas de sobrepeso u obesidad son un factor de riesgo de patologías cardiacas, debido al sobreesfuerzo al que sometemos al corazón. Además, la obesidad nos hace más vulnerables a padecer otros problemas de salud, como diabetes o problemas de las articulaciones.
A partir de una determinada edad, en torno a los 40, es aconsejable realizar una serie de revisiones médicas periódicas, sobre todo si hay antecedentes de problemas cardiacos. Revisiones rutinarias para controlar la hipertensión, el colesterol, la diabetes o el sobrepeso.
