Endometriosis: Factor de riesgo de cáncer de ovario

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Endometriosis: Factor de riesgo de cáncer de ovario. No todas las mujeres con endometriosis desarrollan un tumor de ovario, pero el riesgo existe y, de ahí, la importancia de diagnosticar y realizar un seguimiento de uno de los trastornos ginecológicos más frecuentes y que, investigadores y expertos en ginecología, han constatado que también puede estar detrás de la aparición de los uno de los cánceres femeninos más desconocidos hasta ahora, aunque no por ello menos agresivo.
 
El diagnóstico precoz en cuestiones de salud, y en el caso concreto del cáncer, es vital, ya que permitirá tratarlo en fases iniciales aumentando las probabilidades de ganar la batalla. Y para ello, uno de los aspectos más importantes es la identificación de los factores de riesgo y que, como en el caso del cáncer de ovario, ayudaría a mejorar el diagnóstico de un tumor agresivo y del que todavía se desconocen muchos aspectos. Precisamente el último estudio médico, publicado en The Lancet Oncology, da un paso importante al constatar la relación entre la endometriosis, un trastorno de la mujer relativamente común (en torno a un 5-10% de la población femenina tiene endometriosis) y que, en algunos casos, ni siquiera presenta síntomas, y tres tipos de tumores de ovario (tumor de células claras, seroso de bajo grado y endometrioide). En el caso de los primeros, el tumor de células claras, en torno al 20% viene precedido por un historial de endometriosis. Este tipo de tumores supone el 10% del total de cánceres diagnosticados en las mujeres.
 
Los médicos e investigadores sí han querido subrayar que no todas las mujeres que padecen endometriosis desarrollan un tumor, pero sí es un factor de riesgo a tener en cuenta y al que hay que prestar especial atención. La endometriosis es un trastorno que, entre otros síntomas, puede venir acompañado de dolor abdominal, hinchazón o problemas de fertilidad. La endometriosis también puede ser causa de embarazo ectópico. En términos médicos, es la aparición de tejido y elementos glandurales en zonas en las que el endometrio (mucosa que recubre por dentro del útero) se encuentra anormalmente ausente. En algunos casos, no produce ningún síntoma y no se requiere seguir un tratamiento específico.
 
No obstante, si hablamos de salud, la prevención nunca está de más. Si nos atenemos a los últimos datos recabados por los investigadores, analizando 13 estudios anteriores en los que han participado más de 23.000 mujeres, la endometriosis triplica el riesgo de desarrollar un cáncer de células claras. En el caso del tumor seroso y endometrioide, el riesgo se duplica. Por su parte, la endometriosis, como también han comprobado los investigadores, no parece estar relacionada con otros tipos de tumores de ovario, como pueden ser los serosos de alto grado o el carcinoma mucinoso.
 
Aunque como hemos apuntado no siempre la endometriosis es la puerta de entrada a desarrollar un tumor, la prevención y la información es fundamental. De ahí, la importancia de consultar a nuestro ginecólogo, no saltarnos las revisiones periódicas y prestar atención a las señales de nuestro cuerpo. Tal y como recuerdan los médicos, la detección precoz del cáncer de ovario eleva hasta el 90% las probabilidades de ganar la batalla, un porcentaje que si detecta en sus fases más avanzadas y agresivas puede bajar hasta el 25%.

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