Enemigos de la piel: cuidados fundamentales en verano

Piel en verano
Enemigos de la piel: cuidados fundamentales en verano. Par nadie es un secreto que nuestra piel en verano sufre mucho debido al clima y las actividades que están asociados con esta estación. Está muy generalizada la convicción de que hay que proteger la piel del sol durante todo el año y, en especial, los meses de más calor pero, ¿sabemos realmente cuáles son los principales enemigos de nuestra piel durante este tiempo? Además del sol, existen otros factores que contribuyen al deterioro de nuestra piel y de los que también nos tenemos que cuidar. Te decimos cuáles son y las principales medidas que hay que tomar contra ellos.

Durante el verano, son muchos los elementos que influyen en el estado de nuestra piel de manera negativa, por lo que hay que tomar precauciones extra durante estos tres meses.
 
Como cada año por estas fechas, los dermatólogos recuerdan cuáles son los peores enemigos de la piel y los cuidados que hay que llevar a cabo.

Tatuajes de henna

En verano es muy frecuente aprovechar para hacer viajes más largos e ir a lugares exóticos. Allí, es normal innovar y querer experimentar nuevas sensaciones. En muchos de estos lugares, es frecuente que nos ofrezcan hacernos tatuajes de henna, lo que no conllevaría ningún inconveniente en el caso de que sea pura. Si no lo es, son muy frecuentes las vesículas, ampollas, enrojecimiento, manchas, decoloraciones permanentes, cicatrices… lo que puede convertir una anécdota divertida en algo peligroso.

Rayos solares

Son los grandes protagonistas del verano. Odiados a la par que muy queridos para broncearse son uno de los factores que peor influencia tiene en nuestra piel. Todos los tipos de rayos ultravioleta causan daño en la piel. Sus efectos son conocidos por todos y van, desde las quemaduras a corto plazo, hasta el cáncer y el envejecimiento de la piel a más largo plazo.
 
En cualquier cosa, es muy importante la aplicación de crema de factor antes de tomar el sol, así como preparar la piel para el verano para reducir los posibles efectos del sol.

Deshidratación de la piel

Debido a las altas temperaturas, la acción del sol en nuestra piel, el cloro, la sal… Nuestra piel sufre una necesidad constante de hidratación.
Una práctica muy habitual es, por ejemplo, sustituir la crema hidratante por la de protección solar, una acción totalmente desaconsejada, ya que cada una tiene su función y ambas son necesarias.
 
La alimentación juega también un papel muy importante en este aspecto y, por supuesto, es necesario beber mucha agua (de dos a dos litros y medio diarios).

Hongos en los pies

Los pies son también partes de nuestro cuerpo que sufren bastante en verano. Los llevamos totalmente desprotegidos y no nos damos cuenta de ello hasta que es demasiado tarde.
 
Además de darles crema con frecuencia, es bueno utilizar un producto que prevenga los hongos.

Picaduras de mosquitos

No siempre se pueden evitar, pero, en muchos casos, es posible si utilizamos un repelente de insectos. Recuerda que los mosquitos pueden estar en cualquier sitio y que sus picaduras pueden provocar huellas permanentes, sobre todo si nos rascamos. Por ello, vale la pena tener siempre a mano un repelente.
 
Todos ellos son bastantes y muy peligrosos, pero si tomamos las medidas adecuadas, conseguiremos que los enemigos de nuestra piel no puedan deteriorarla y presumiremos de una piel sana y bonita durante todo el verano.

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