Estrés adolescencia: ¿Condiciona la salud mental?

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Estrés adolescencia: ¿Condiciona la salud mental? Es la pregunta que se han hecho los investigadores, en concreto los de la de la universidad estadounidense Johns Hopkin, al indagar en cómo afecta a la salud y a qué nos predispone, en una edad más adulta, el padecer estrés durante una de las etapas más importantes en el desarrollo, la adolescencia. La repuesta, según los resultados del estudio recién publicado, es que el estrés nos predispone a padecer patologías relacionadas con la salud mental, como la depresión severa.
 
El estrés puede condicionar nuestra vida y, en consecuencia, nuestra salud. Pero, ¿qué sucede cuando los niveles de estrés se disparan en una etapa tan importante para el desarrollo como la adolescencia? Los investigadores de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, han indagado y establecido una relación entre el nivel elevado de una hormona del estrés durante la etapa de la adolescencia y los cambios genéticos que, en una etapa más adulta, nos predisponen a padecer enfermedades mentales. Patologías, señalan los autores del estudio publicado en la revista Science, entre las que se incluyen la depresión severa o la esquizofrenia. Una relación que, añaden, podría ayudar a mejorar la prevención y el tratamiento de las patologías que afectan a la salud mental.
 
La hipótesis de la relación entre las hormonas del estrés y la fisiología de nuestro cerebro planteada por los investigadores ha sido, de momento, demostrada en ratones. El estrés durante la adolescencia, una etapa en la que continúa el desarrollo de nuestro cerebro, puede interferir en la expresión de un gen cuya función es codificar un neurotransmisor esencial en la función mental y la patología psiquiátrica.
 
Los investigadores apuntan que, aunque lógicamente no hay un único gen implicado en la aparición de la enfermedad mental, hay que prestar especial atención a los factores ambientales y a cómo influyen en la salud mental. Así, durante el estudio, simularon el aislamiento social que puede caracterizar o definir la difícil etapa de la adolescencia. En el caso de los ratones sanos, el estar aislado de otros ratones durante un periodo de 3 semanas no supone ningún contratiempo ni efecto en su comportamiento. Muy diferentes fueron los resultados cuando se utilizaron ratones predispuestos genéticamente a las características de la patología mental. En estos casos, el aislamiento condujo a comportamientos como la hiperactividad, una de las características de la enfermedad mental. Comportamientos que además mantuvieron al romper el aislamiento. Los investigadores también constataron que estos ratones tenían más elevados los niveles de cortisol (la hormona del estrés), sino mucho más bajos de lo normal los niveles de dopamina (neurotransmisor). En concreto, los niveles eran especialmente bajos en la zona del cerebro implicada en funciones cerebrales como la cognición o el control de las emociones.
 
Resultados que abren nuevas vías de investigación para seguir desvelando los mecanismos del desarrollo de la enfermedad mental. La etapa de la adolescencia no siempre es fácil, de ahí la importancia que puede tener este estudio a la hora de responder a preguntas sobre qué tipo de factores están implicados en la mayor o menor predisposición a padecer un problema de salud mental.

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