Higiene mental: Consejos para cuidar nuestra salud emocional

La salud mental, tal y como la define la OMS (Organización Mundial de la Salud), es el estado de bienestar en el cual la persona es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad. Partiendo de que la salud mental es tan importante como la física, la higiene mental serían todos aquellos hábitos y actividades que permiten a una persona estar en equilibrio con su entorno sociocultural.

Nos lavamos los dientes tres veces al día y vamos a hacernos una vez al año el papanicolao, pero no atendemos con regularidad nuestra higiene mental y esto, al final, nos trae grandes problemas que, hasta que no reventamos no atendemos ¿No crees que deberíamos empezar a priorizar nuestra higiene mental?

Acciones encaminadas a prevenir comportamientos que no se adaptan al funcionamiento social y a garantizar el ajuste psicológico imprescindible para que la persona disfrute de una buena salud mental.

Higiene mental y salud

El estilo de vida y los hábitos que seguimos influyen, y mucho en la higiene mental. Así, para cuidar nuestra salud emocional también es importante seguir una dieta equilibrada y practicar ejercicio físico de manera regular, entre otros hábitos saludables. A esto hay que añadir otros factores importantes, y que influyen también de manera negativa o positiva en la salud mental, y es el mantener una buena salud sexual y otras actividades placenteras. Toma nota de estos consejos para reforzar la higiene mental.

Llevar una vida social activa

Dedicar una parte de tu tiempo a hacer las cosas que te gustan ayuda a conseguir un estado de ánimo más sereno. Disfrutar de los amigos y de una buena compañía es una terapia excelente. Haz planes en grupo, intenta mantener contacto diario o muy frecuente con tus amistades y seres queridos. Y algo también muy importante, no olvides rodearte de gente optimista, las personas tóxicas te roban energía.

Aprender a relajarse

Algunas técnicas como el yoga, el taichi, el mindfulness, mejoran la respiración y ayudan a recuperar la tranquilidad y la serenidad. La serenidad corporal mejora el estado de ánimo.

Escuchar tu voz interior

Dedícate más tiempo y ahonda en tus emociones, sensaciones y pensamientos. Ello te ayudará a descubrir aspectos personales que desconocías, te conocerás mejor y aprenderás a quererte más.

Valorarse uno mismo y a los demás

Cada uno de nosotros tiene unas debilidades y unas fortalezas, y esto lo hay que resaltar para cimentar sobre ellas la seguridad, confianza y autoestima. De igual manera que hay que evitar las comparaciones con los demás, hay que ser positivos a la hora de valorar a los demás y tratar de buscar siempre sus valores y virtudes, porque de todo el mundo se puede aprender.

Ser selectivo

En concreto, ser selectivo con las preocupaciones por varios motivos. En primer lugar, porque nuestra mente no puede abarcarlo todo y lo único que haremos será consumir energía recreándonos en lo que no podemos controlar. Y, en segundo lugar, porque las preocupaciones hay que valorarlas en su justa medida -de nada sirve revivir algo que no se puede cambiar o elucubrar sobre el futuro- para que no terminen perturbando nuestra vida cotidiana.

Un fin de semana sin móvil

Sí, has leído bien, desconectarse, y eso incluye apagar el móvil y alejarse de cualquier dispositivo móvil, es un buen ejercicio de higiene mental.

Dormir bien

Sí, para desconectar y tener una higiene mental adecuada hay que dormir bien. El descanso es la desconexión más confortable y efectiva. Intenta mantener las mismas horas de sueño durante la semana y acostarte y levantarte a la misma hora. Cuanto más equilibrada sea tu vida, más sana podrá estar tu mente.

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