Leyendas y falsos mitos sobre el agua

Las leyendas y falsos mitos sobre el agua, al igual que sobre otros alimentos, se han asentando en la creencia popular. Los mitos sobre el agua han dado lugar a todo tipo de teorías sobre sus propiedades, sobre la cantidad de agua que debemos tomar al día e incluso si es mejor beber antes o durante las comidas.

Cierto es que en los últimos tiempos hay una mayor concienciación sobre la importancia de beber más agua, pero si eres de las que no sales de casa sin tu botella o con los modernos gadget para beber más agua, conviene indagar en aquellos mitos que no cuentan toda la verdad sobre sus beneficios.

Mitos sobre el agua

El agua es fuente de salud, pero esto no quiere decir que todo lo que habíamos creído hasta ahora del agua sea totalmenten cierto. Descubre la verdades y mentiras.

La recomendación de beber 8 vasos de agua al día, o tomar entre 1,5 litros y 2 litros de agua, ha sido cuestionada por varios frentes. Por un lado, estudios del Instituto de Investigación de Agua y Salud (IIAS), recomiendan una cantidad aún mayor, entre 2 y 3 litros al día. Pero hay que hacer una apreciación importante, y es que también hay que tener en cuenta la cantidad de agua presente en muchos de los alimentos que tomamos a diario, especialmente las frutas y las verduras. El agua procede entre un 20-30% de los alimentos sólidos, y el resto de la ingesta directa de agua.

Un estudio más reciente, realizado por investigadores de la Universidad de Monash en Australia, cuestiona que sea saludable beber como mínimo 8 vasos de agua al día si realmente no tenemos sed. Lo que concluye es que debemos aportar al cuerpo la cantidad de agua que pida, sin obligarnos a beber.

El agua con gas no tiene calorías. 0 calorías al igual que el agua natural. Otra cosa son las aguas afrutadas que contendrán las calorías de la fruta aportada (en torno a unas cien calorías el agua con zumo de naranja o zumo de manzana). Las aguas con sabor que podemos encontrar en el mercado pueden contener altas cantidades de azúcar.

Otro mito, porque beber mucho no evita la retención de líquidos, causada no por el agua sino por la sal y el azúcar de los alimentos. En caso de celulitis o piel de naranja, elimina los alimentos salados o azucarados.

Es una de las leyendas urbanas sobre el agua más extendidas. El agua del grifo no es menos saludable que el agua embotellada ya que está controlada por las autoridades sanitarias. Beber agua del grifo es igual que saludable, más ecológico y económico.

Otro de los mitos sobre el agua es que tomarla fría ayuda a perder peso. El Instituto Europeo de Hidratación es uno de los que se ha encargado de desmontarlo. Al beber agua fría se genera un efecto térmico, lo que hace que el cuerpo tenga que trabajar para recuperar la temperatura corporal quemando algunas calorías más. Sin embargo, el gasto calórico es mínimo, menor incluso que si tomamos agua tibia, la cual sí favorece la eliminación de toxinas. Además, cuidado con el agua fría porque puede causar problemas respiratorios (dolor de garganta, congestión nasal…). Es mejor tomar los líquidos a temperatura ambiente.

Una leyenda urbana más sobre el agua, ya que la única ventaja de este tipo de agua es que favorece la expulsión de los gases, pero eso no significa necesariamente que facilite la digestión.

Esto sí es totalmente cierto. Beber agua es la forma más eficaz de eliminar las toxinas del organismo. Una correcta hidratación activa el funcionamiento del hígado y los riñones, favoreciendo la eliminación de residuos y toxinas.

Aunque hay mitos para todos los gustos, lo único cierto es que beber durante las comidas es bueno, de hecho tiene una función importante y es que ayuda a digerir los alimentos y favorece la acción de los jugos gástricos. Si no toma agua es posible que se ralentice la digestión. Basta con 2-3 vasos en la comida.

Tomar agua tibia en ayunas estimula el intestino y tiene un efecto desintoxicante, especialmente si la tomamos con zumo de limón.

Terminamos con una creencia sobre el agua que sí es cierta, ya que una buena hidratación ayuda a compensar los efectos de la disminución de presión. Es bueno, si está puesto el aire acondicionado o la calefacción, rociarse la cara y las manos con agua.

Los comentarios están cerrados.

Impostazioni privacy