Obesidad: ¿Somos tolerantes con el exceso de peso? La respuesta, en el caso de las mujeres, es que somos más intolerantes con los kilos de más, pero no es lo único que, en cuestión de peso, nos diferencia de los hombres. Nos preocupamos más por nuestra imagen y también por la de nuestra pareja y, además, en el caso de la obesidad femenina el componente emocional juega un papel esencial en el abordaje y tratamiento de esta problema de salud que, como constatan los datos médicos, cada vez entiende menos de edades.
La obesidad es un problema que ocupa y preocupa cada vez más a los médicos y especialistas. Su prevalencia va en aumento, pero ¿cómos nos enfrentamos a ella? ¿Somos tolerantes con los kilos de más? ¿Nos preocupa nuestra imagen y nuestra salud lo suficiente? Estas son algunas de las preguntas que también se hacen los especialistas a la hora de abordar una patología a la que, como en otros muchos aspectos de la salud, hombres y mujeres somos muy diferentes. Y es que en el caso de la mujer, los factores o componentes emocionales juegan un papel importante en el tratatamiento de la obesidad. Según datos del Instituto Europeo de la Obesidad, extraídos de un novedoso estudio que indaga en el grado de tolerancia de hombres y mujeres hacia la obesidad, las mujeres nos preocupamos más por cuidarnos día a día (de hecho las mujeres españolas se sitúan entre las que más se cuidan de la Unión Europea), lo que curiosamente nos hace menos tolerantes con los kilos de más, tanto en el caso de otras mujeres con sobrepeso como en el de la propia pareja. Además, el doble de mujeres que de hombres (un 40 frente a un 20%) considera que la obesidad es más un problema estético que de salud.
La intolerancia con el sobrepeso aumenta en proporción similar a los kilos de más que cogemos nosotras mismas. Es decir, la intolerancia también nos lleva a ser mucho más críticas con nosotras, sobre todo cuando esos kilos ganados se convierten en un problema de obesidad, un trastorno que puede conllevar otros problemas de salud asociados, como la diabetes. ¿Tiene esto que ver, de alguna manera, con el hecho de que las mujeres, todavía hoy, se sientan más presionadas por tener y mantener un buen aspecto físico? No en vano, según recogía el estudio ‘La presión social por la imagen perfecta’, elaborado por Campofrío, una de cada seis mujeres considera que para estar bella hay que sufrir, o al menos, así consideran obligaciones tales como el estar depilada, comer menos, practicar ejercicio o hacerse la manicura.
Un dato curioso es el relativo al aspecto sentimental. Y es que más del 65% de las mujeres, según el estudio del Instituto Médico Europeo de la Obesidad, con un peso normal o un sobrepeso remediable, no mantendría una relación duradera con una persona obesa. Los hombres, en este caso, son bastante más tolerantes, ya que solo pondrían reticencias en un 17%.
Obesidad infantil: Uno de cada cuatro niños
Aunque la media de edad de las personas con problemas de sobrepeso que deciden seguir un tratamiento suele rondar los 35-45 años, los médicos y especialistas también apuntan el aumento de la incidencia de la obesidad entre los más jóvenes, debido fundamentalmente a una dieta desequilibrada y a la falta de ejercicio físico, dos pilares fundamentales para prevenir su aparición. De hecho, según los datos de la Fundación Thao, cuyo objetivo es el fomento de los hábitos saludables entre los más jóvenes, cifra en uno de cada cuatro los niños afectados por obesidad o problemas de peso. Hábitos saludables como el seguir los consejos de la dieta mediterránea, una asignatura pendiente, ya que la mayoría de los niños, el 75%, solo toma una pieza de fruta al día, siendo lo aconsejable consumir cinco piezas de frutas y verduras diarias.
En materia de investigación, los últimos avances para tratar la obesidad se encuentra la técnica que se basa en conseguir transformar la grasa mala en buena.
