¿Irradian los alimentos los hornos microondas? Aunque es cierto que nos hacen la vida mucho más fácil en la cocina, conviene no abusar de su utilización. Descubre cuáles pueden ser los riesgos del microondas para la salud.
Los microondas se han convertido en uno de los electrodomésticos básicos en prácticamente todos los hogares e, incluso, en las salas de descanso de las oficinas. En otras palabras, tener un microondas ya es tan común como tener un televisor. Pero, ¿sabemos los riesgos que puede entrañar el uso reiterado del microondas?, ¿dónde nos colocamos cuando está funcionando?, ¿esperamos justo enfrente de la puerta a la espera de que se cumpla el tiempo programado? Y es que estos hábitos o gestos casi inconscientes pueden implicar riesgos para aquellos que tienen empastes dentales, clavos, tornillos o placas de metal para reparar los huesos fracturados y, por supuesto, los marcapasos.
El microondas calienta los alimentos a través de las ondas electromagnéticas. El calentamiento se produce al hacer girar las moléculas de agua de los alimentos, las cuales a su vez calientan por rozamiento a las moléculas que están cerca. Los microondas, la principal ventaja que tienen, es que calientan los alimentos de una forma más rápida y uniforme que otros métodos de cocción (horno, olla…). Si no se utiliza correctamente, por ejemplo nos excedemos en el tiempo o calentamos demasiado un alimento, sí puede provocar una pérdida de nutrientes así como alterar otras propiedades de los alimentos (sabor, textura o aroma). La carne, por ejemplo, quedará mucho más seca si se calienta demasiado, por la pérdida de fluidos.
Riesgos del microondas Uno de los riesgos sobre la salud que se le atribuyen al microondas es su acción sobre los empastes dentales, compuestos generalmente de acrilato, aluminio, formaldehído, mercurio y cobre. El aluminio hace que el relleno del empaste dure más tiempo, pero también podría implicar el riesgo de expandirse mientras estamos al lado del microondas en funcionamiento. El mercurio también puede provocar daños, estando relacionado con problemas neurológicos y gastrointestinales, por no hablar de la enfermedad de Alzheimer.
Diferentes estudios han constatado que el cepillado y la acción de masticar pueden causar la liberación de mercurio de los empastes, un riesgo que algunos expertos consideran que también se produce cuando se está demasiado cerca de un microondas en marcha. Mercurio que puede acumularse en el cerebro, en la pituitaria y glándulas suprarrenales, y en otras partes del cuerpo. Tampoco conviene acercarse mucho si portamos clavos o placas de acero en alguna parte del cuerpo. Y, por supuesto, las personas con marcapasos no deben acercarse ni remotamente a un horno de radiación. Lo mejor, para evitar riesgos, es optar por otros métodos de cocción y calentamiento de los alimentos más seguros, como una olla o una sartén.
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