Sequedad vaginal en menopausia: Remedios para combatirla

La sequedad vaginal en menopausia es consecuencia de la pérdida de elasticidad de este órgano y de una menor lubricación. Dos problemas que pueden producir molestias durante el coito, o hacerse doloroso (dispareunia), y aumentar el riesgo de infecciones urinarias al debilitarse la flora vaginal.

La sequedad vaginal o atrofia vaginal es uno de los síntomas más frecuentes del proceso menopáusico, siendo la principal causa el descenso hormonal (estrógenos). Puede estar además asociada a una pérdida de deseo sexual.

Para combatir la sequedad vaginal en la menopausia es importante redoblar los cuidados. Utilizar un producto específico para la higiene íntima (un gel que no altere el pH) y utilizar ropa interior de algodón para reducir los riesgos de infecciones por hongos y bacterias.

¿Cómo evitar la sequedad en la menopausia?

Cuando la sequedad se convierte en una molestia conviene utilizar un hidratante vaginal, para reducir la irritación y facilitar las relaciones sexuales. En casos más severos, una hidratante vaginal con estrógenos. También son útiles los productos de fitoterapia que cuentan con fitoestrógenos, como los derivados de la soja o la salvia.

Beber agua es uno de los remedios naturales para combatir la sequedad vaginal más fáciles de poner en práctica. Hidratar es salud, también salud íntima femenina. Aumentar la ingesta de agua diaria ayuda a mantener la lubricación de la zona vaginal.

De igual manera es importante mantener una dieta sana y rica en grasas buenas, como el aguacate o los frutos secos.

Los lubricantes a base de agua mantiene la vagina lubricada durante varias horas. Los lubricantes naturales para la menopausia no deben contener glicerina ni parabenos. Un gel soluble que se aplica antes de mantener relaciones íntimas, y que se limpia fácilmente. También está la opción de los lubricantes de silicona que revitalizan y humectan el área.

El aceite de coco o las cápsulas de vitamina E también pueden ser útiles como lubricantes naturales.

Los hidratantes o cremas mantienen el efecto durante más tiempo, y son la opción recomendada cuando las molestias de la sequedad no están relacionadas directamente con la actividad sexual. Ayudan a mantener la lubricación y la acidez vaginal aplicando entre 2-3 veces a la semana.

Los aceites vegetales contribuyen a hidratar la zona sin alterar la microbiotica vaginal, como los aceites de onagra, bardana, oliva y rosa mosqueta, que ha demostrado tener un efecto reparador.

Mantener una vida sexual activa reduce las molestias asociadas a la sequedad menopáusica. Tal y como señala la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia, el estímulo mecánico mejora la elasticidad del tejido y la lubrificación al aumentar el flujo sanguíneo vaginal.

En el caso de las mujeres que no pueden seguir una terapia estrogénica, el uso de dilatadores puede mejorar la función vaginal.

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