Dieta Atlántica: Fuente natural de ácidos Omega 3

Con sus particularidades nutritivas, la dieta atlántica se considera una de las dietas equilibradas y saludables más apreciadas, en cuya cesta de la compra podemos encontrar alimentos ricos en ácidos Omega 3, esenciales para la prevención de trastornos cardiovasculares. ¿En qué consiste? ¿Cuáles son sus premisas y características nutritivas? Te lo contamos en EllaHoy.

Dieta Atlántica: Qué es y beneficios

Como su propio nombre indica, la dieta atlántica lleva su nombre a la gastronomía tradicional que se ha desarrollado en los países que colindan con el Océano Atlántico, fuente natural de multitud de variedad de pescado y marisco durante siglos.

Y como no podía ser de otra manera, entre los alimentos saludables que podemos encontrar en la despensa de la dieta atlántica se encuentra una de las reservas esenciales de Omega 3: el pescado. Estos ácidos esenciales ayudan a proteger al organismo contra trastornos cardiovasculares, mejoran la función cerebral, previenen enfermedades como la trombosis y la alterogénesis y son fundamentales para ayudar al organismo a reducir la inflamación.

Pero además, los ácidos omega 3 que se obtienen de la dieta atlántica no son el único ingrediente beneficioso para la salud de este tipo de alimentación. La dieta atlántica es un ejemplo de dieta sana y equilibrada, con sus características y particularidades nutritivas y, aunque diferente a la dieta mediterránea, igual de saludable.

Mantener una dieta atlántica a largo plazo aporta hidratos de carbono complejos, fibra, vitaminas, minerales, ácidos grasos poliinsaturados Omega 3, ácido oleico y ácido linoleico, entre otros nutrientes esenciales imprescindibles en una dieta sana. De hecho, la Fundación Dieta Atlántica impulsa los beneficios de esta dieta bajo la premisa de que la mejor manera de invertir en salud es aprender a comer y adoptar unos hábitos de alimentación equilibrada.

Pautas de alimentación de la Dieta Atlántica

La dieta atlántica se basa en una alimentación donde tienen especial protagonismo los alimentos frescos y de temporada, desde hortalizas, frutas y verduras, cereales de grano entero, legumbres, patatas y frutos secos como las castañas y las nueces.

De igual manera es una dieta rica en pescados y mariscos, tantos frescos, como en conserva o congelados.

Completan la cesta de alimentos los lácteos y quesos, la carne, con moderación, y el aceite de oliva. Una dieta que también adopta los beneficios de incluir el vino en nuestra dieta, con responsabilidad, y que además pone el acento en la selección y la forma de preparación de los alimentos, optando por la cocción y los platos guisados y preparados al horno, dejando para momentos ocasionales los alimentos fritos.

Dieta Atlántica: Las 10 recomendaciones

  1. Consumo de pescado y mariscos al menos 3-4 veces a la semana. Fuente natural de ácidos grasos Omega 3, componentes esenciales en la prevención de trastornos cardiovasculares. Además, los pescados y mariscos aportan calcio, potasio, fósforo, sodio, magnesio, hierro, selenio y vitaminas, fundamentalmente vitaminas A y D.
  2. Un esencial de la dieta atlántica son los cereales, legumbres y patatas, así como el consumo de pan, preferiblemente de harinas integrales y la patata de forma cocida.
  3. Frutas y verduras en abundancia, ya que aportan antioxidantes y fitoquímicos con potencial antioxidante adicional.
  4. Consumo diario de lácteos, encargados de aportar proteínas, minerales como el fósforo y el calcio y vitaminas. La leche fermentada, consumida de manera adicional, puede aportar microorganismos que ayudan a mejorar el equilibrio de la flora intestinal.
  5. La carne también puede formar parte de la dieta, pero siempre tomada con moderación y, a ser posible, optando por carne magra siempre acompañada de verduras, legumbres o patatas.
  6. Aderezar y preparar los alimentos con aceite de oliva.
  7. Beber agua, fundamental para estar hidratado.
  8. Una copa de vino en las comidas también puede resultar beneficioso. Un consumo siempre, moderado, inteligente y responsable.
  9. La preparación de los alimentos también es importante, para no perder valores nutritivos. Mejor la plancha, cocción y, en el caso de empanar los alimentos, freírlos con aceite de oliva.
  10. Una dieta sana y equilibrada debe acompañarse de otros hábitos saludables como la práctica de ejercicio físico todos los días.

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