Dormir es tan necesario como respirar o comer. La calidad y cantidad de horas de sueño influye de manera directa en nuestra salud y bienestar. Dormir suficientes horas (la media en un adulto es de 7-8 horas; en los niños, entre 9-10 horas) es fundamental para la higiene del sueño por su efecto reparador. Durante el sueño nuestro organismo y nuestra mente alcanzan una intensa relajación muscular y psíquica. Esta relajación mejora la oxigenación de diferentes órganos y sistemas, permitiendo la recuperación de energías. Dormir y salud van de la mano, y lo demuestran los beneficios que reporta tener un sueño reparador.
Beneficios de dormir para la salud
Descubre los saludables argumentos para prestar atención a tus hábitos de sueño. Dormir bien es la manera más natural de recargar las pilas, y más si tenemos en cuenta los múltiples beneficios para la salud física y mental.
Mejora la creatividad
El sueño, ya sea por la noche o durante la siesta, tiene un efecto positivo sobre la mente, mejorando entre otros el nivel de atención y la memoria y que, al sumarse al efecto relajante sobre el cerebro, favorece la creatividad. Mejora el humor, la concentración y el rendimiento intelectual. De hecho, tal y como señala la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos, dormir poco o dormir mal provoca dificultades en la comprensión y en la toma de decisiones.
Ayuda a adelgazar
¿Sabías que dormir te ayuda a cuidar tu peso? De hecho, dormir mal o la falta de sueño es uno de los enemigos declarados del peso, ya que es un factor de riesgo para descontrolar el metabolismo. Una mala higiene del sueño aumenta las probabilidades de padecer sobrepeso u obesidad, así como diabetes. Para controlar el apetito, los niveles de glucosa, y mantener a raya los kilos de más, presta atención al sueño.
Mejora el sistema inmune
Dormir bien es un escudo protector del sistema inmune. Mientras dormimos, nuestro organismo sigue trabajando para regenerarse, y uno de ellos es el sistema inmune. Las defensas son fundamental para actuar contra las bacterias y gérmenes y, a la larga, contra las infecciones.
Refuerza la memoria
Tal y como ha constatado la ciencia dormir bien es fundamental para las conexiones neuronales. Un equipo de investigadores de la Universidad de Hafi, en Israel, ha demostrado que el sueño es fundamental para fijar los recuerdos en la memoria a largo plazo y para mejorar la destreza.
Mantiene sano el corazón
Dormir bien también protege el corazón. Durante el sueño se produce un descenso de la tensión arterial, lo que reduce el riesgo de infarto. De hecho, padecer insomnio, según varios estudios científicos, aumenta las posibilidades de padecer problemas cardíacos.
Evita la depresión
Dormir bien tiene un efecto terapéutico para nuestra mente y estado de ánimo. Al dormir, nuestro organismo produce serotonina y melanina, las hormonas que nos hacen sentir más felices y contrarrestan los efectos de las conocidas como hormonas del estrés (las cuales se multiplican por la falta de sueño). La relajación diluye la tensión y el estrés.
Mejora la salud de la piel
Dormir es un tratamiento de belleza natural y efectivo. Dormir bien oxigena la piel, y eso se traduce en la expresión facial y la actitud.
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