Sanidad: Cigarrillos electrónicos podrían producir cáncer

Sanidad pone el foco de atención en los cigarrillos electrónicos y cigarrillos sin combustión alertando de los riesgos que puede entrañar su uso para la salud. Recurrir a los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar no resulta aconsejable, ya que como alertan desde el Ministerio de Sanidad existen riesgos por su contenido en sustancias cancerígenas tanto en líquidos como en el vapor, por lo que no se pueden excluir los riesgos para la salud asociados al uso o exposición al vapor.

El Ministerio de Sanidad, atendiendo al acuerdo alcanzado en la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, aconseja no consumir los cigarrillos electrónicos y sin combustión porque, al igual que los productos tradicionales del tabaco, entrañan riesgos para la salud. Estudios realizados por la OMS y por el Ministerio de Sanidad ya habían puesto en duda la eficacia de los cigarrillos electrónicos apuntando a los posibles efectos secundarios en las vías respiratorias.

Además de la recomendación expresa a los fumadores y vapeadores, esto implica que los cigarrillos electrónicos y sin combustión tendrán que estar sujetos a las mismas restricciones de venta, promoción y publicidad, y en relación a los espacios en los que está prohibido su consumo, que al tabaco tradicional.

¿Por qué son malos los cigarros electrónicos?

Los cigarrillos electrónicos, cuyo diseño imita un cigarro, se empezaron a vender en nuestro país en 2008, presentándose como un producto novedoso. Los efectos de su uso y del vapor sobre la salud generaron desde el principio un debate entre la comunidad científica y médica. A día de hoy, los expertos en salud están de acuerdo en que el consumo de cigarrillos electrónicos no está exenta de la exposición a sustancias cancerígenas. La solución líquida del cigarrillo electrónico (y que se convierte en vapor) contiene glicerina vegetal, propilenglicol, glicerina vegetal y nicotina en distintas dosis. Los dos primeros producen carcinógenos, aumentando el riesgo de producir cáncer.

En 2016 llegarían al mercado los productos de tabaco por calentamiento o sin combustión y que, según la Comisión de Salud Pública, generan un aerosol con un contenido en nicotina igual o superior a los cigarrillos con combustión.

La OMS ya ha venido recomendando en sus informes la necesidad de equiparar los efectos del cigarrillo electrónico con los generados por el tabaco. En nuestro país, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica ha alertado de los riesgos para los pulmones del consumo de cigarrillos electrónicos, similares a los causados por el tabaco normal.

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