Hablamos de los síntomas para reconocer a tiempo una apendicitis en niños, la prevención es esencial para evitar que la enfermedad vaya a más y cause más daños al pequeño.
La apendicitis es la inflamación del apéndice, el tubo cerrado que se encuentra unido al intestino grueso en la parte inferior derecha del abdomen. Esta inflamación ocurre cuando el apéndice se infecta debido a diversas causas, como restos de heces o frutos secos. Es una enfermedad común en adultos, aquí puedes ver cómo reconocer la apendicitis en adultos, siendo menos frecuente en niños, no obstante hay que estar alerta a las señales que indican una posible apendicitis en niños para llevarle lo antes posible al hospital.
La apendicitis es una de las causas más comunes de cirugía abdominal en niños pequeños, no suele darse en niños menores de dos o tres años, sin embargo si ha habido casos de apendicitis en niños de estas edades, por lo que reconocer los síntomas a tiempo es de vital importancia para evitar que el apéndice llega a causar una perforación y la infección se expanda por todo su organismo.
Reconocer y detectar a tiempo el apendicitis en niños en ocasiones no es nada fácil ya que ésta suele camuflarse con una gastroenteritis normal y corriente: vómitos, fiebre no muy elevada y dolor abdominal son los síntomas de una apendicitis en niños así como de la gastroenteritis, por lo tanto deberás estar bien atenta al detalle de estos síntomas y llevar a tu niño al pediatra lo antes posible o al hospital para que le hagan una ecografía, es ahí cuando se ve claramente si se trata de una apendicitis.
Según nos informan los médicos, si se deja sin atender una apendicitis en niños tan solo un día, equivale a dejarla pasar una semana en adultos. Analizamos los síntomas de apendicitis en niños pequeños.
El niño presenta dolor abdominal localizado en una zona concreta del abdomen que es más o menos constante; hay que tener cuidado con no darle demasiado pronto antitermicos como apiretal o dalsy ya que esto puede camuflar el dolor y no dejar que salga la luz la verdadera causa de la enfermedad.
A su vez, el niño puede tener dificultades para mantenerse derecho, no quiere caminar, está tumbado en el sofá decaído y no se pone derecho bajo ningún concepto, esto es clave para diferenciar entre un virus de estómago y una apendicitis, si el niño se pone derecho, lo más seguro es que sea un virus; si por el contrario al estar de pie no puede poner el tronco derecho por el dolor y la incomodidad que siente, lo más probable es que se trate de una apendicitis en curso.
Otra de las causas que nos alertan una posible apendicitis en niños es fiebre más o menos constante, alrededor de 37,8 o 38,2. Ésta no desaparece fácilmente y hace que el niño esté decaído y sin ganas de jugar.
El niño presenta vómitos aún cuando ya ha vaciado su estómago por completo, un indicativo de que el intestino y el estómago ya no están haciendo su trabajo debido a la enfermedad.
La solución a la apendicitis pasa por una operación tras la cual el pequeño deberá estar ingresado al menos 5 días para tomar por completo el antibiótico vía intravenosa. Después de acabar el antibiótico se harán unos análisis de control para verificar que la infección se ha eliminado en su totalidad.
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