Cambios de humor durante el embarazo: qué hacer y qué remedios utilizar

Los cambios de humor durante el embarazo son muy comunes desde los primeros meses. De hecho, no podemos olvidar que, además de los múltiples cambios que se producen en el cuerpo de la mujer a lo largo del periodo de gestación, es precisamente en esta primera etapa en la que la mujer intenta acostumbrarse al nuevo estilo de vida, a las dolencias físicas inevitables y, lo más importante, al nuevo papel de mamá. Hay que señalar que tan importante como prestar atención a las señales físicas del embarazo como a los cambios emocionales. Y es que ser madre, sobre todo en el caso de las mamás primerizas, es una responsabilidad y una nueva situación que nos lleva a reorganizar nuestra vida y a cambiar nuestras prioridades. Es decir, el cambio es importante. Vamos a ver, más detenidamente, qué hacer ante los cambios de humor y a qué remedios podemos recurrir.

¿Qué hacer? En primer lugar, es importante entender que los cambios de humor, incluso sentir poco de tristeza en momentos puntuales, es normal, y lo mejor es aceptarlo como parte del embarazo. De hecho, durante el embarazo, y como resultado de los cambios hormonales, todo se maximiza, incluso las emociones. Para controlarlo, podemos recurrir a algunos trucos. Por ejemplo, escribir en un diario las emociones que se sienten para liberarse y distraer la mente.Y, por supuesto compartir las emociones sin miedo, con su pareja, amigos u otras personas de su confianza.

Remedios naturales En cuanto a los remedios para los cambios de humor durante el embarazo se recomienda en primer lugar realizar ejercicio físico de manera regular, evitando los esfuerzos excesivos y adaptando el ejercicio a la etapa del embarazo y a la condición física de la futura mamá. Algo tan sencillo como pasear, alguna sesión de yoga, un poco de ejercicio en bicicleta pueden fomentar el equilibrio del estado de ánimo. El modo de vida no debe sufrir cambios drásticos, menos que no haya dolencias físicas que le obligan a pasar mucho tiempo en la cama. Otra cuestión clave es la nutrición, con una alimentación que debería centrarse en alimentos ligeros y comidas pequeñas pero frecuentes durante todo el día. Los fármacos deben generalmente evitarse a menos que la situación psicológica requiere una intervención de este tipo, pero su médico evaluará caso por caso.

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