Los padres ausentes no logran desarrollar un vínculo emocional con los hijos. Son los padres físicamente presentes en la familia pero emocionalmente ausentes, o los también denominados padres ausentes de cuerpo presente.
La figura del padre ausente es una de las más complejas en términos psicológicos, ya que son diversos los factores que pueden influir en que no pueda o no quiera ejercer su rol. Un vacío emocional que puede dejar huellas en los hijos y afectar a su desarrollo emocional y capacidad de relacionarse con los demás. Los padres ausentes no conocen a sus hijos, y viceversa.
Tipos de padres ausentes
- Padres ausentes por el trabajo: Son los padres adictos al trabajo o padres Workaholic, en cuyas largas jornadas laborales apenas hay tiempo para dedicar a los hijos. Es el prototipo de padre al que los hijos pueden llegar a ver unos minutos al día, por la mañana al despedirse, porque la noche suelen llegar a casa cuando ya están dormidos.
- Padres sin empatía: Las personas sin empatía con los demás suelen ser padres sin empatía. Los padres ausente por falta de empatía tienden a rehuir la responsabilidad de involucrarse en la crianza y educación de los hijos, dejando que sea la madre la que asuma el papel.
- Padres emocionalmente inmaduros: Como persona emocionalmente inmadura, la paternidad puede ser una responsabilidad de la que tenderán a huir. Inseguros, desconfiados y temerosos de los compromisos, prefieren mantenerse distancias y no crear vínculos fuertes con los hijos.
- Padres irresponsables: El padre irresponsable no está, ni siquiera en los momentos importantes. El padre irresponsable es además egoísta, anteponiendo siempre sus intereses al de su familia e hijos.
Consecuencias de tener un padre ausente
El vínculo emocional entre padres e hijos influye directamente en la formación de la personalidad de los niños, desde los primeros meses hasta la edad adulta. El rol de padre ha evolucionado notablemente en los últimos años y, a día de hoy, es fundamental para una educación en la igualdad y la responsabilidad compartida.
Entre las repercusiones a nivel psicológico del padre ausente en los hijos:
- Inseguridad y desconfianza.
- Infelicidad.
- Autoestima baja.
- Dificultades para desenvolverse en situaciones estresantes.
- Baja tolerancia al rechazo.
- Sentimiento de abandono.
- Tendencia a estar a la defensiva y a ocultar los verdaderos sentimientos.
- Tendencia a establecer relaciones tóxicas.
- Padre ausente madre sobreprotectora, ya que será quien tienda a llenar el vacío emocional del otro progenitor.
¿Cómo no ser un padre ausente?
- Compensar las ausencias físicas con el contacto por teléfono, correos, whatsapp… y con la calidad de los momentos compartidos.
- Buscar actividades para compartir, desde practicar deporte, ver una película, leer cuentos… Una de las mejores manera de establecer vínculos más estrechos.
- Interesarse por sus inquietudes, sus sentimientos y sus miedos.
- Escuchar a los hijos y brindarles cariño, porque los abrazos reportan beneficios a nivel emocional.
- Como padres, es fundamental involucrarse en la educación de los hijos y en la toma de decisiones, pudiendo empezar por asistir a las reuniones y actos escolares. Una buena opción es acudir a una escuela para padres, basadas en talleres, charlas y cursos.
- Cuando la ausencia no es motivada por el exceso de trabajo, sino por problemas emocionales del padre que derivan en dificultades de comunicación, conviene consultar con un especialista.
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