El primer trimestre de embarazo es crucial para el desarrollo del feto, un periodo que abarca las 12 primeras semanas de embarazo. Durante las primeras semanas, aunque todavía no es visible, sí comienzan a aparecer los primeros síntomas de embarazo. Si el test de embarazo ha resultado positivo, es momento de empezar a cuidarse porque las primeras semanas de gestación pueden conllevar algunos riesgos.
No se trata, ni mucho menos, de alarmar a las futuras madres, sin embargo los riesgos no se deben subestimar con el objetivo de mejorar la prevención y los cuidados durante el embarazo.
Tras la implantación del óvulo fecundado, el feto comenzará la denominada organogénesis, o formación de todos los órganos.
Durante las primeras cuatro semanas, las células embrionarias se dividen en tres capas, de las que posteriormente se desarrollará todo el cuerpo. La capa interior dará lugar a los órganos internos; la capa intermedia se convertirá en el esqueleto, los músculos (corazón incluido), los vasos sanguíneos, los riñones, el bazo y la dermis; y finalmente, la capa externa se convertirá en la piel, glándulas, uñas, pelo, esmalte de los dientes y los ojos.
Durante el tercer mes de embarazo, aunque el peso será muy reducido, ya se puede ver el desarrollo de cartílagos y sistema circulatorio. A partir del tercer mes, el feto ya estará mejor desarrollado y, por lo tanto, preparado para enfrentarse a posibles complicaciones.
Durante las primeras 12 semanas el feto, al no estar todavía completamente formado, está expuesto a posibles complicaciones en su desarrollo.
La amenaza de aborto es el riesgo de padecer un aborto espontáneo o natural durante el primer trimestre de embarazo, un riesgo que puede extenderse hasta la semana 20 de gestación, aunque es más común en los primeros tres meses.
Las pérdidas de sangre son el primer síntoma de aborto espontáneo, aunque no siempre es un síntoma inequívoco. Algunas mujeres tienen pérdidas de sangre consecuencia de un hematoma intrauterino o por el sangrado de implantación (cuando el embrión se implanta en el útero).
El sangrado o hemorragia vaginal puede ser síntoma de embarazo ectópico, cuando la gestación se produce fuera del útero impidiendo que prospere. Las pérdidas de sangre pueden durar varios días y aparecer antes que el dolor, que evoluciona de leve a intenso, en la zona inferior del abdomen.
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