Cáncer de colon: El cribado reduce un tercio su agresividad

Cáncer de colon: El cribado reduce un tercio su agresividad, porque estamos no solo ante el tumor maligno más diagnosticado –con más de 33.000 diagnósticos al año- por delante de los cánceres de pulmón y mama, sino que estamos hablando de una sencilla prueba –de apenas dos euros de media de coste- que puede ayudar a reducir la mortalidad. Dicho en otras palabras, el cribado ayuda a salvar vidas, porque tal y como subrayan los especialistas, el cáncer de colon se puede curar en 9 de cada diez casos cuando se detecta de manera precoz.
 
Coincidiendo con el mes europeo del cáncer de colon, la Alianza para la Prevención del Cáncer de Colon (integrada por 15 asociaciones científicas, asociaciones de pacientes y organizaciones no gubernamentales, entre ellas la Asociación Española contra el Cáncer) lanza un mensaje claro y conciso: la prueba de detección precoz o cribado puede reducir hasta un tercio sus índices de mortalidad y conseguir un ahorro de hasta el 40% en el coste de su tratamiento. Estamos ante el cáncer maligno más diagnosticado en nuestro país, por delante del cáncer de mama o de pulmón. Cada año se detectan, según datos médicos, más de 33.000 nuevos casos de cáncer colorrectal, una cifra que los especialistas prevén que aumentará (se prevé que uno de cada 20 hombres y una de 30 mujeres, menores de 75 años, lo padecerán en los próximos años). De ahí la importancia de concienciar sobre la prevención y la detección precoz, con una sencilla prueba (detección de sangre oculta en heces) de apenas dos euros de media de coste e implantada actualmente en doce comunidades autónomas, y que puede ayudar a salvar más de 3.600 vidas al año. El cáncer de colon, si se detecta a tiempo, puede curarse en nueve de cada diez casos.
 
Como hemos señalado, doce comunidades autónomas cuentan actualmente con un programa de cribado (Aragón, Canarias, Castilla y León, Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, La Rioja, Murcia, Galicia y País Vasco), lo que se traduce en que un 17% de la población está cubierta o tiene acceso a las pruebas de detección precoz del cáncer de colon. Un porcentaje que, aunque ha aumentado seis puntos desde 2011, sigue siendo, a juicio de la Alianza para la Prevención del Cáncer de Colon, muy bajo y muy lejos del objetivo del 50% establecido para 2015 por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (en el cual están representadas las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad).
 
Más de un millón de pacientes de nuestro país, según datos de la Alianza, han podido plantar cara al cáncer de colon de manera más efectiva gracias a los programas de cribado, los cuales además suponen un importante ahorro de recursos. Por este motivo, tanto por su efectividad como por su eficacia, los médicos y especialistas insisten en la importancia de implantar estos programas de detección precoz en el conjunto del territorio nacional. Los costes directos de los tumores de colon y recto en nuestro país ascienden, según datos publicados con motivo del mes europeo del cáncer de colon, a los mil millones de euros al año, un coste que con el diagnóstico precoz se podría reducir hasta en un 40%. Hay más datos que avalan la implantación del cribado. Dar cobertura a toda la población (entre los 50 y los 69) tendría un coste para las arcas públicas de entre 22 y 50 millones, una cifra muy inferior al coste de los tratamientos anuales en una fase avanzada del tumor (fase IV) y que ronda los 900 millones. Las comunidades que ya cuentan con este programa de cribado lo avalan. Así, según los datos recogidos en algunas de ellas, el coste por cada tumor detectado supera los 7.300 euros; el adenoma avanzado, 940 euros y cada paciente cribado tan solo 28 euros.
 
La prueba de cribado debe realizarse a partir de los 50, independientemente de los antecedentes familiares. Entre los factores de riesgo del cáncer de colon, además de la edad, se incluyen el hábito de fumar, el alcohol, la alimentación hipercalórica o rica en grasas, la falta de actividad física y el padecer pólipos colónicos o colitis ulcerosa.