La faringitis es una de las enfermedades infecciosas más comunes causadas por la acción del frío o los cambios bruscos de temperatura. Una inflamación de la mucosa que rodea la faringe provocada por bacterias o virus. ¿Qué hacer?
La faringitis puede darse a cualquier edad y entre sus síntomas más frecuentes se incluyen el dolor garganta, dolor de cabeza, dificultades para tragar y pérdida de apetito, malestar general, fiebre e inflamación de los ganglios linfáticos. Síntomas que podemos aliviar con algunos remedios naturales para la faringitis.
La faringitis puede ser vírica, la más común, y bacteriana, provocada por la bacteria del estreptococo. Cuando se trata de una faringitis de tipo vírico los síntomas suelen durar unos días. En el caso de la faringitis bacteriana no suelen aparecer problemas de tipo nasal, pero también afecta a las amígdalas y a los ganglios del cuello.
Además de consultar al médico para saber si necesitamos tomar algún medicamento, podemos recurrir a algunas soluciones caseras para la faringitis, eficaces para aliviar los síntomas típicos.
La cebolla es buena para la faringitis, y es uno de los ingredientes principales para elaborar un jarabe casero. Hay que hervir la cebolla con medio litro de agua, una manzana (mejor con piel), dos higos y una cucharada de semillas de lino. Una vez hervido, añadir unas gotas de zumo de limón. Tomar a sorbos, cuando esté tibio, varios vasos al día.
Hacer gárgaras es uno de los remedios de la abuela para aliviar el dolor, enrojecimiento o picor de la garganta. Las gárgaras se pueden hacer con medio vaso de infusión preparada a base de pétalos de caléndula, tomillo, saúco, manzanilla, zumo de limón y una cucharada de miel.
Si la faringitis está provocada por forzar la voz, una infusión de drosera ayuda a aliviar las molestias ya que entre otras propiedades es expectorante, antiséptica y calmante. También puede ser una buena aliada la tisana de caléndula. Otras infusiones, como el propóleo o la equinácea, ayudan a prevenir las molestias de las faringitis.
La mostaza alivia el dolor de garganta. Para hacer la cataplasma mezclamos semillas de lino y de mostaza roja con media taza de agua, hasta conseguir una pasta. Extendemos la pasta en los extremos de una tela de lino, cubierta con una tela de mano, que luego colocaremos en los laterales del cuello. No aplicar más de un minuto seguido.
Con la mostaza también podemos hacer gárgaras, añadiendo un poco en una taza de agua caliente, junto con unas gotas de zumo de limón, miel y una cucharadita de sal. Dejar reposar unos minutos antes de hacer las gárgaras.
El dolor de garganta puede hacer que tengamos los pies fríos al mismo tiempo, un desequilibrio de temperatura corporal que podemos solucionar con un baño de pies preparado con agua caliente y dos cucharadas de bicarbonato.
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