Las mutaciones genéticas positivas son las alteraciones del ADN que hacen que cada persona sea biológicamente irrepetible. Estas mutaciones nada tienen que ver con patologías hereditarias, y de hecho ser portador de una ella tiene sus beneficios. Algunas de ellas son mucho más comunes de los que pensamos, lo que hará que te sorprendas al descubrir cuáles podrías tener.
Mutación genética, un término común en biología y en genética, hace referencia a una alteración en la información contenida en el ADN. Las consideradas mutaciones genéticas beneficiosas son los cambios con efectos positivos, o al menos no dañinos para el ser humano, en ciertos rasgos que nos hacen únicos.
Tener los ojos azules es una mutación cuya respuesta, según el estudio realizado por el profesor Hans Eiberg, de la Universidad de Copenhague, está en un gen adyacente al denominado OCA2, gen que interviene en la producción de melanina. Una mutación genética positiva que se habría producido en un individuo hace entre 6.000 y 10.000 años. En el mundo se estima que hay unos 150 millones de personas con los ojos azules, tonalidad que muchos elegirían si decidieran cambiar el color de los ojos.
La tolerancia a la lactosa es una mutación beneficiosa que facilita la digestión de la leche en la edad adulta. Los humanos, al igual que el resto de mamíferos, desarrollan intolerancia a la lactosa al llegar a la edad adulta. De hecho, se calcula que más de tres cuartas de los adultos en el mundo no produce la enzima lactasa para digerir la lactosa (azúcar lácteo).
Sin embargo, gracias a una mutación del gen MCM6, identificada en las poblaciones europeas y vinculadas con la agricultura y ganadería, permitió hace unos 7.500 años que una parte de la población adulta pueda seguir disfrutando del sabor de la leche.
Ser pelirrojo es una mutación producida en el gen MC1R, responsable del fenotipo de pelo rojo y de la piel clara de los pelirrojos. Un gen que curiosamente no se identificó hasta el año 2000, localizándose principalmente en el norte de Europa.
El síndrome de intolerancia al alcohol es una alteración genética (gen ALDH2) que impide al cuerpo procesar el alcohol de manera adecuada. Consumir alcohol provoca una respuesta inmune al organismo, algo especialmente frecuente entre la población asiática.
Hay personas que necesitan dormir pocas horas, menos de 6 horas incluso, para recuperar la energía. Esto es gracias a una mutación del gen DEC2 que hace que el organismo necesite menos horas de sueño sin que ello conlleve ningún trastorno de salud asociado. Una mutación descubierta en 2009 por el laboratorio de Ying-Hui Fu en la Universidad de California.
Las muelas del juicio están consideradas un vestigio de la evolución, muelas que al ser las últimas en salir pueden no tener espacio suficiente en la boca. Hace un par de millones de años las muelas del juicio eran los terceros molares para facilitar la masticación de los alimentos, además de que nuestros antepasados tenían las mandíbulas mucho más grandes. Al igual que el apéndice son órganos vestigiales, y aproximadamente un 35% de la población nace sin las muelas del juicio.
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