Pérdida de memoria: causas y qué hacer para evitarla

La pérdida de memoria, ya sea transitoria o permanente, se puede definir como la amnesia o dificultad para recordar los acontecimientos del pasado. Generalmente relacionamos la pérdida de memoria con la vejez, pero hay que señalar que, aunque la edad es el factor principal que afecta al deterioro progresivo del cerebro y de la memoria, hay otros aspectos que no debemos subestimar. Vamos a ver, más detenidamente, cuáles son las causas más comunes que pueden provocar la pérdida de memoria y qué podemos hacer para mejorarla.

Causas El responsable de la pérdida de memoria es el sistema límbico, una parte del cerebro formada por la amígdala cerebral, el hipocampo y el hipotálamo, responsable de regular la memoria, las emociones, el olfafo, el hambre y el estado de ánimo. La pérdida de memoria puede ser a corto plazo -cuando no se recuerdan acontecimientos que oscilan en el tiempo desde unos pocos minutos a unas horas- o a largo plazo, cuando se ve comprometida la memoria de los acontecimientos pasados ​​que se produjeron desde hace unos pocos minutos a una década anterior. La pérdida de memoria o amnesia será permanente cuando el paciente no es capaz de recuperar los recuerdos perdidos.

En personas de edad avanzada a menudo se produce la pérdida de memoria, tanto como un proceso fisiológico como asdociado a otras enfermedades que pueden afectar a la funcionalidad de las células cerebrales. La pérdida de memoria puede producirse debido a un accidente cerebrovascular, por la ruptura de un vaso sanguíneo en el cerebro, lo que provoca que no llegue suficiente oxígeno a las células del cerebro. La pérdida de memoria es un síntoma asociado a la enfermedad de Alzheimer, una patología neurodegenerativa directamente relacionada con el envejecimiento. El deterioro de las células del cerebro también puede producirse debido a la demencia senil.

Síntomas ¿Hay algún síntoma relacionado con la pérdida de memoria? Puede darse una sensación de confusión mental, especialmente en las fases iniciales de la demencia senil. El paciente puede sentirse desorientado y perder la conciencia de dónde está. Además, pueden aparecer dificultades con el lenguaje, problemas para concentrarse, sensación de fatiga, dolor de cabeza, temblores y mareos.

¿Qué hacer? Para ayudar a reforzar la memoria y contribuir a la recuperación de los recuerdos -cuando la causa de la amnesia no sea una afección severa- podemos recurrir a algunos remedios naturales. La homeopatía también recomienda algunas soluciones. Podemos utilizar el aceite aromático de romero para perfumar las estancias y que contiene ácido rosmarínico y flavonoides. Por su parte, la salvia contiene taninos y de colina y es útil para mejorar la concentración y la memoria. Se puede tomar en forma de cápsulas herbales.

El ginkgo biloba contiene ingredientes activos útiles en el caso de pérdida de la memoria, ya que estimulan la circulación de la sangre, especialmente la que afecta a los vasos sanguíneos pequeños. Mejora en la capacidad de concentración y de memoria en general.

Otra opción para mejorar la memoria es la acupuntura, indicada para la activación de las áreas del cerebro responsables de la funcionalidad de la memoria. La homeopatía, por su parte, recomienda la baryta carbonica 4CH (para los síntomas agudos) o 9-30CH (en caso de síntomas crónicos). En el primer caso se pueden tomar 3-5 gránulos cada tres horas; y en el segundo, 3-5 granos cada día. También puede ser útil el Phosphoricum acidum 9 CH (2-3 gránulos una vez al día), bueno para la memoria y en caso de dificultades para concentrarse.

Terapia Hay algunas terapias basadas en medicamentos para la pérdida de memoria, pero se deben seguir siempre bajo estricta supervisión médica, y sobre todo después de haber identificado de manera muy precisa la causa que dio lugar a la aparición del problema. El uso de medicamentos no siempre está recomendado, ya que puede tener efectos secundarios, como dolor de cabeza, náuseas y diarrea. Los medicamentos que se pueden administrar son los colinérgicos, tales como piracetam, aniracetam y oxiracetam, que mejora la circulación de la sangre.

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