Motivos para pensar en hacer una boda doble

¿Por qué no saltarse un poco la tradición y apostar por una boda que, a buen seguro, será inolvidable? Si ya de por sí la celebración de una boda es un evento especial, no solo para los novios, también para los amigos y familiares, ¿te imaginas una boda doble? No es lo más habitual, pero sin duda será una celebración mucho más interesante y fuera de lo común que los invitados de las dos parejas no se querrán perder. Si necesitas motivos para convencerte de que una boda doble puede ser una gran idea, vamos a ver algunas interesantes razones.

Boda doble ventajas

La estrecha unión con la otra pareja, o al menos con uno de ellos (por ejemplo, ser hermanos o hermanas o amigos de toda la vida) es, sin duda, el principal motivo para pensar en hacer una boda doble. Una alternativa de lo más original y que, en el caso de algunos invitados, será una ventaja el tener que pensar solo en una boda y no en dos, especialmente cuando las dos parejas comparten amigos y familiares. Una boda doble es, sin duda, una generosa forma de compartir el protagonismo y la felicidad de un día tan importante. Un enlace doble que reforzará el vínculo entre ambas parejas.

No solo hay motivos sentimentales para una doble boda, también pueden ser económicos si tenemos en cuenta que es una manera de compartir gastos y de ahorrar en el presupuesto total. Eso sí, si se trata de una boda doble todo debe ser planificado y acordado de manera consensuada, para evitar contratiempos de última hora y para que ambas parejas tengan la boda que realmente desean. El presupuesto se puede repartir al 50% entre las dos parejas, o calcularlo proporcionalmente al número de invitados de cada pareja. Otras de las decisiones importantes a consensuar son la fecha del enlace, tipo de ceremonia (religiosa o civil), el lugar de celebración del banquete, el diseño de los vestidos, número de invitados, padrinos, damas de honor.

De igual manera que se reparten los gastos, hay que distribuir las tareas de la organización, desde las invitaciones, a la elección de las flores y decoración de los espacios. Cada una de las parejas puede encargarse de un determinado número de tareas, lo que reducirá notablemente el estrés de organizar una boda.

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