5 rutinas para evitar la flacidez del cuello

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La flacidez corporal no sólo está relacionada con el paso de la edad, sino que nuestro estilo de vida es un factor de gran importancia. Tanto es así que existen métodos capaces de retrasar su aparición y vencer al paso del tiempo, como puede ser adoptar una buena dieta. Uno de los puntos más conflictivos es el cuello, por lo que queremos explicarte 5 rutinas para evitar la flacidez de este punto en concreto. ¡Notarás el efecto!

Te recomendamos que también eches un vistazo a estos ejercicios para tonificar los brazos o estos otros para conseguir un pecho firme.
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Limpieza

Muchas veces nos centramos en lucir un rostro perfecto y libre de imperfecciones, pero olvidamos que el cuello también es una de las partes que más destacan de nuestro cuerpo. Es por ello que debemos tenerlo presente a la hora de realizar la limpieza diaria, y es que tanto la exfoliación como la aplicación de productos de higiene deben extenderse desde la frente hasta la parte superior del pecho.
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Cremas faciales

Seguramente utilices a diario una serie de cremas tanto de día como de noche para mantener tu rostro hidratado y tenso. La aplicación de estos productos deberá extenderse hasta el cuello para que esta parte pueda aprovechar sus beneficios. En esta rutina se incluirían también las mascarillas caseras o industriales y el protector solar.
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Masajes

Los masajes en el cuello son esenciales para tensar la piel, por lo que deberás realizar tres al día. El primero, de abajo hacia arriba comenzando por el escote y acabando en la barbilla. El segundo realizando un masaje circular en la zona del escote. El tercero, masajeando la zona de la barbilla, realizando pequeños estiramientos.
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Ejercicio

No podremos evitar sólo la flacidez con masajes, y es que el ejercicio físico también es importante. Dos ejercicios al día serán suficientes para tonificar el cuello y prevenir la aparición de papada. En el primero, pon la punta de tus dedos en la parte inferior del cuello y mantén la cabeza inclinada hacia atrás, moviendo la cabeza hacia adelante y hacia atrás unas 5 veces. En el segundo, mira al techo y mueve tu mandíbula como si estuvieras masticando, repitiendo unas 20 veces.
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Caminar erguida

Caminar es una acción que realizamos a diario, pero hacerlo mal puede traernos consecuencias negativas nuestra salud y nuestra belleza. Camina siempre erguida con el cuello recto y sacando pecho para reafirmar ambas zonas. Podrás ver los efectos con el paso del tiempo y comprobarás que no es necesario hacer grandes esfuerzos para conseguir un cuello perfecto.
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