Imagen personal en el trabajo: Qué tan importante es y cómo cuidarla

Hoy en día hay una gran polémica sobre cuánto influye el aspecto de una persona a la hora de relacionarse con otros. Algunos casos de discriminación como la gordofobia son el más puro ejemplo de que el físico todavía es muy importante en nuestro día día. A pesar de que apoyamos totalmente la belleza real de cada mujer, sí que es verdad que podemos jugar con elementos como el vestuario para enfatizar nuestra personalidad y mostrar de un modo más tangible de lo que somos capaces, especialmente en el ámbito laboral. ¿Te gustaría saber más? Te contamos qué tan importante es la imagen personal en el trabajo y cómo cuidarla.

Importancia de la imagen personal en el trabajo
Es conocido por todos que la imagen personal es un aspecto que nunca debemos dejar de lado. Pero, ¿a qué se debe?
La imagen personal determina cómo es una persona a ojos de otra. Nuestro cerebro suele agrupar a las personas en distintos grupos sociales para que la vida sea más fácil. Puede darse el caso de que nuestra imagen no coincida con el grupo que le corresponde, haciendo creer a la otra persona que tenemos una personalidad distinta, ya sea positiva o negativamente. Evidentemente siempre vamos a tener la posibilidad de hablar y demostrar grandes dotes en nuestra materia, pero no hay nada mejor que comunicar sin necesidad de pronunciar palabra.
Refiriéndonos concretamente al puesto de trabajo, una buena imagen personal es indispensable, especialmente si trabajamos de cara al público. Entendemos por una buena imagen personal a aquella que expresa cómo somos y muestra un semblante amable que nos invita a entablar una conversación. O, al menos, a no rehusarla. Con esto queremos decir que tener buena imagen personal no es sinónimo de contar con el físico de una modelo, sino a aprovechar todos los puntos positivos de nuestro cuerpo para hacernos ver más accesibles y dedicados. Además, también debemos tener en cuenta que, una vez pasamos a formar parte de la plantilla, somos la cara visible de la empresa. Es por este mismo motivo por el que debemos procurar una imagen exterior procurada por el bien colectivo.
Así pues, tanto a la hora de enfrentarte una entrevista de trabajo como al ir a tu puesto habitual va a ser necesario que siempre procures que tu semblante sea lo más correcto posible. Deberás recordar que nuestra imagen personal es una herramienta más para ayudarte a alcanzar tus objetivos y siempre debe ser utilizada de un modo ético.

Cómo cuidar la imagen personal en el trabajo.

1. Una buena higiene.
   Lo más importante siempre va a ser mantener una higiene correcta. Acudir al puesto de trabajo limpia y con un buen perfume va a ser fundamental para causar una buena impresión y fomentar la comunicación. ¿O es que no has huido alguna vez de una persona que no olía especialmente bien?
2. Seleccionar la ropa correcta.
   Este punto va a depender mucho del puesto de trabajo y de tu propia personalidad, pero lo más importante va a ser sentirte cómoda en todo momento. No importa si el atuendo que hayas escogido es más arreglado o más informal dependiendo del caso concreto, lo que va a primar es el bienestar. ¡Eso sí! Es fundamental que tengas presente no utilizar nunca ropa demasiado informal como un chándal ni demasiado formal como un vestido de boda, ya que los extremos nunca traen buenas consecuencias. Te recomendamos que optes por prendas fáciles de combinar, como las camisas, los trajes de chaqueta o los zapatos de medio tacón.
3. Actitud idónea.
   Por último, la actitud también influye muchísimo en la imagen personal, por lo que vas a tener que trabajarla. Todos podemos tener un mal día, pero nuestra recomendación es que trates de mostrarte siempre positiva y con una actitud abierta ante los demás. Con este simple gesto ya habrás avanzado mucho y, créenos, ¡los resultados no tardarán en mostrarse!