Los usamos con frecuencia y, casi sin darnos cuenta, los convertimos en habituales de nuestra dieta. Son los ingredientes refinados. Pero cuidado, podemos estar poniendo en riesgo la salud con estos 5 alimentos que nos están envenenando.
Los encontramos sobre todo en los alimentos envasados y en aquellos que están sujetos a la producción industrial. No les prestamos la suficiente atención, pero por una cuestión de salud conviene que seamos más conscientes de lo que consumimos, y no solo leyendo las etiquetas de los alimentos que compramos, sino también conociendo cuáles son los efectos que pueden tener ciertos ingredientes. Todo ello, sin duda, beneficiará a nuestra salud y redundará en nuestro bienestar.
Perjuicios alimentos refinados
Vamos a ver cuáles son los 5 alimentos que, en su composición, incluyen ingredientes refinados y que pueden tener efectos perjudiciales para nuestra salud:
- Azúcar: Dulces y aperitivos suelen ser alimentos muy ricos en azúcar. Esto no siempre es bueno, ya que detrás puede estar el principal responsable de muchas enfermedades, desde la diabetes a la obesidad, pasando por la hipertensión, el daño hepático y toda una serie de problemas relacionados con el metabolismo. Y sin olvidar las enfermedades cardiovasculares. El consumo de azúcar se ha disparado en los últimos años, por lo que sin duda debe reducirse. En el proceso de refinado se pierden minerales y proteínas.
- Sal: La Organización Mundial de la Salud, OMS, incluye entre sus recomendaciones una muy específica: hay que reducir el consumo de la sal. No se deben superar los 5 gramos de sal al día. Los datos reales describen una situación muy diferente, ya que en nuestro país el consumo de sal es muy alto. El exceso de sal está directamente vinculado a la patología cardiovascular y debe reducirse, especialmente en el caso de problemas de hipertensión. Hay alternativas para sustituir la sal, tanto en los aderezos como en la cocción, utilizando sal integral, más rica en sales minerales (potasio, calcio, yodo, magnesio).
- Harina: En concreto la denominada harina de fuerza (en otros países se la conoce como harina 00), con más gluten, y que es el ingrediente de muchos productos. El problema, sin embargo, es que en el proceso de refinado pierde gran parte de su contenido en nutrientes, especialmente aminoácidos, sales minerales y vitaminas. Algunos expertos también apuntan a que este tipo de harina puede dar lugar a un aumento del azúcar en sangre. La consecuencia sería un aumento de la insulina y, por tanto, mayor acumulación de grasas. De esta manera, el cuerpo se debilita y se vuelve más vulnerable al riesgo de padecer enfermedades. Lo mejor es optar por la harina normal.
- Grasas hidrogenadas: Las grasas hidrogenadas están presentes en la composición de muchos productos industriales, tales como comidas preparadas, alimentos congelados, margarina… Estas grasas constituyen un riesgo para la salud ya que pueden aumentar los niveles de colesterol. Como consecuencia, los vasos sanguíneos se vuelven menos flexibles, pudiendo afectar también a la presión arterial. Las grasas hidrogenadas se derivan de la transformación de aceites insaturados. A partir de este proceso, surgen las grasas insaturadas, cuyo consumo puede hacernos más vulnerables a padecer dolencias cardiacas, arteriosclerosis y accidentes cerebrovasculares.
- Aceite de palma: Conviene tener especial cuidado con el aceite de palma, ya que contiene una gran cantidad de grasas saturadas. Su consumo puede ser perjudicial para la salud, ya que aumenta los riesgos de padecer enfermedades que afectan al sistema cardiovascular. Conviene utilizar aceites mucho más saludables, como el aceite de oliva virgen, ingrediente estrella de la dieta mediterránea.
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