Piercing: Cómo hacerlo sin correr riesgos para la salud

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Hasta hace algunos años, un piercing era considerado la perforación de una práctica tribal que llevaban a cabo simplemente jóvenes en el proceso de rebelión simplemente para destacar de alguna manera y llamar la atención.
Pero hoy en día es una forma de arte corporal muy extendida en todos los estratos de la sociedad y que no conoce límites de edad. En resumen, la punción de la piel y la colocación de una piedra o una joya ahora parece un ritual común, por lo tanto, se debe abordar el problema de los posibles riesgos asociados con los piercing. Vamos a ver dónde es arriesgado hacer una perforación y la forma de hacerlo en condiciones de seguridad. Es crucial la elección del lugar adecuado para evaluar las posibles consecuencias sobre tu salud.

Zona del cuerpo con piercingEn sí misma, la perforación no es peligrosa, pero lo puede llegar a ser si no se toman ciertas precauciones. Analizamos primero dónde te lo vas a poner. No todas las partes de nuestro cuerpo son iguales. Por ejemplo, no hay problemas en la zona del ombligo, orejas y cejas, pero en la boca, lengua, nariz y genitales el riesgo de infección es muy alto, ya que son zonas muy sensibles.

El piercing en la nariz crea una brecha con el exterior que permite la entrada de bacterias, poniendo en peligro tu salud. Pero los que se ponen en la boca o áreas genitales son extremadamente peligrosos porque están muy asociados con la sangre y las lesiones de estos tejidos, lo que permite la entrada de bacterias de forma aún más alarmante.

El arma fundamental a tu disposición es elegir especialistas y evitar por todos los medios hacérselos uno mismo (es una práctica extendida entre los jóvenes). Busca un centro profesional y no pierdas nunca de vista las siguientes pautas:

  1. Un perfecto profesional utiliza un equipo esterilizado y desechable. El uso no estéril puede exponerte al riesgo de enfermedades muy graves como la hepatitis C y el sida.
  2. Trabaja en lugares cerrados al público y mantiene estrictamente la sala separada del resto del estudio.
  3. No utiliza nunca la vieja pistola que se utilizaba hace años para perforar los lóbulos de las orejas, porque la piel podría correr riesgo de dañarse.
  4. Utiliza sólo agujas esterilizadas y desechables.
  5. Advierte siempre a su cliente de los posibles riesgos de rechazo y de todos los problemas que puedan surgir. Del mismo modo te informa de cómo cuidarlos para que no se infecten.
  6. Nunca uses pendientes o joyas en níquel o cromo (potencialmente responsables de la dermatitis alérgica) Opta por el titanio, el acero quirúrgico, oro o plata.

Ahora tienes todas las pautas para decidir dónde hacerte un piercing y cómo hacerlo con seguridad. No corras riesgos, ¡tu salud está en juego!

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