Anticoagulantes: ¿Qué alimentos debes evitar?

anticoagulantes y dieta
Si estoy tomando anticoagulantes, ¿hay algún tipo de alimentos que convenga evitar o moderar su consumo en la dieta? Revisar la alimentación es importante, ya que por ejemplo en este caso conviene evitar un tipo concreto de alimentos, aquellos que contengan un elevado contenido de vitamina K. De igual manera hay otros hábitos que conviene revisar, por ejemplo si somos fumadores, es importante evitar el tabaco. No se trata de prohibir, sino de concienciarnos de la importancia de seguir de manera adecuada los tratamientos farmacológicos y, sobre todo, de hacer de la dieta una aliada de la salud.
 
Tal y como ya sabemos, no todos los fármacos y alimentos forman una buena combinación. En el caso de que estemos tomando anticoagulantes, uno de los consejos que debemos seguir es revisar nuestra dieta para ver qué alimentos debemos restringir o moderar ya que pueden interferir en sus efectos y eficacia. Los anticoagulantes, como su nombre indica, son los fármacos prescritos para evitar la coagulación de la sangre, especialmente indicados en pacientes diagnosticados de síndrome coronario o valvulopatías. Los anticoagulantes evitan la formación de coágulos y sus consecuencias, entre ellas un infarto de miocardio, aparición de coágulos en las venas o en las aureolas del corazón o un infarto cerebral. Las heparinas son los medicamentos de administración intravenosa o subcutánea más prescritos como anticoagulantes. Por su parte, en cuanto a los anticoagulantes orales, los más comunes son el acenocuramol (sintrom) o la warfarina. El tratamiento con anticoagulantes debe ser muy preciso y siempre bajo control, tanto en lo relativo a la administración como en otros aspectos, como puede ser la dieta con la que puede interactuar, aumentando o disminuyendo el efecto anticoagulante del fármaco.
 

Alimentos a evitar

Si estamos tomando anticoagulantes, hay una serie de alimentos que debemos evitar en la dieta, en concreto aquellos con elevado contenido en vitamina K, como son:

  • Verduras de hojas verdes (espinacas, acelgas, coles…). No obstante, no se trata de prohibir la ingesta de alimentos tan saludables y ricos en nutrientes como las verduras, por lo que se trata de comerlas con moderación, una o dos veces a la semana para no perder sus beneficios.
  • Los alimentos flatulentos, como la col, coliflor, brécol, coles de Bruselas, chocolate, castañas, boniato, turrones y mazapanes.
  • Los alimentos de origen animal, salvo el hígado, no contienen elevadas cantidades de vitamina K. Caso contrario a los alimentos muy grasos –los cuales también elevan el colesterol malo-, siendo aconsejable reducir el consumo de mantequilla, bollería industrial, embutidos, nata o quesos).
  • Los alimentos de comida rápida y precocinados pueden contener una forma de vitamina K poco recomendable para controlar la anticoagulación, además de subir el colesterol.
  • Hay que evitar el consumo de bebidas alcohólicas como la cerveza.
  • Tomar anticoagulantes es otro motivo más para dejar de fumar (ni fumar ni mascar tabaco).

Otro consejo a tener en cuenta es utilizar aceite de oliva virgen, tanto para condimentar como para cocinar los alimentos. Entre 4 y 6 cucharadas al día aportan la cantidad recomendada de vitamina K al día.

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