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Iker Casillas y Sara Carbonero disfrutaron de un día de paseo por el parque con su pequeño Martín. Antes de partir a Brasil para disputar el Mundial, y en el caso de ella para narrarlo, la feliz pareja decidió darse una vuelta por Madrid aprovechando el buen día que hacía. Como una pareja normal y corriente, al portero internacional se le pudo ver muy ducho en las tareas de ser papá. Cuando Martín se cansó de ir en la silla, no dudo en recogerlo en sus brazos. Todo un padrazo.
Este verano va a ser muy especial para Iker Casillas y Sara Carbonero. Desde que el pasado mes de enero Martín viera la luz su vida ha dado un giro de 180 grados. Los padres viven por y para él. Sin embargo, dentro de unos días llegará un momento muy duro, ya que se tendrán que separar de él por cuestiones laborales. Ambos se irán a Brasil, aunque con objetivos diferentes.
El portero quiere conquistar un nuevo título, después de la famosa Décima con el Real Madrid, con la selección española, mientras que la periodista acudirá con Mediaset para contarnos todo lo que suceda en el país de las playas y la caipirinha. Si todo marcha bien, será un mes sin ver a su hijo, por lo que antes de hacer las maletas quieren disfrutar al máximo de él.
De esta manera, la feliz pareja no dudó en salir a la calle, como si fuera una pareja normal, para aprovechar el sol de mayo de Madrid y dar un paseo con su hijo. La familia salió a comer con un grupo de amigos, y es que desde que naciese Martín, la periodista y el portero no pueden disimular su felicidad.
La familia llegó al restaurante donde tendría lugar la comida. A su llegada, Iker empujaba el cochecito mientras que Sara caminaba a su lado. Después la periodista, una de las más sexys del inminente Mundial, impresionante con una blusa estampada en tonos azules y blancos, vaqueros pitillos, zapatos de cuña en nude, y maxi bolso del mismo color, le tomó el relevo a su novio y empujó ella el cochecito.
Y cuando el portero comprobó que Martín ya estaba cansado de ir en el cochecito, no dudó en agarrarlo en brazos. Y es que además de buen portero, el de Móstoles demuestra cada día ser un padrazo. Una imagen que demuestra que tanto Sara como Iker intentan dar normalidad a su relación y ser unos papás de lo más corriente.
