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Mariano Rajoy ha comenzado sus vacaciones de verano en su tierra natal. El presidente del Gobierno ha llegado a Pontevedra para relajarse durante unos días de la vorágine de la política y para disfrutar del día a día con sus familiares. Eso sí, a Rajoy se le ha visto en plena forma. Doce horas después de instalarse, realizó un recorrido de unos 12 kilómetros entre Pontearnelas y el monasteiro de Armenteira en paralelo al río Umia, junto al marido de la Ministra de Sanidad, Ana Pastor.
Los presidentes del Gobierno también se van de vacaciones. La semana pasada te mostramos como los principales líderes políticos europeos ya se habían tomado su tiempo de asueto, pues bien, al presidente español le ha tocado esta semana. Mariano Rajoy ha llegado a su Pontevedra natal para disfrutar de unos días de descanso y para volver a ver a la familia.
Como ya lo hiciera en agosto de 2013, el líder popular se ha alojado con su familia en una casa rural del municipio pontevedrés de Ribadumia. En concreto en A casa de Alicia, un establecimiento de tres habitaciones con piscina ubicado en las inmediaciones de la ‘Ruta da Pedra e da Auga’, uno de los lugares preferidos por el presidente para pasear. Y lo demostró en seguida, porque doce horas después de instalarse, realizó una caminata de 12 kilómetros entre Pontearnelas y el monasteiro de Armenteira en paralelo al río Umia en compañía del marido de la ministra Ana Pastor, José Benito Suárez.
Una ruta que realizó perfectamente equipado para la ocasión, ya que lució pantalón bermudas de color azul, deportivas y polo blanco de manga corta. Y es que lo del running, junto a la bicicleta, es una de las pasiones deportivas del gallego.
Estos días de descanso se suman a los que ya pasó en Doñana, aunque en esa ocasión, se tuvo que interrumpir para acudir a la tradicional reunión estival que siempre mantiene con los Reyes de España en Mallorca, en esta ocasión, en la primera vez de Felipe VI y Letizia ejerciendo como tal.
Eso sí, la vida de presidente ya se sabe cómo es, por lo tanto, el teléfono no puede apagarse ni una sola vez.