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La presentadora Raquel Sánchez Silva prefiere hacer caso omiso de las críticas de la hermana de Mario Biondo. La presentadora de Mediaset ha reaparecido el pasado jueves en su primer acto oficial tras la repentina muerte de su marido Mario Biondo, con motivo de la presentación del nuevo teléfono móvil Sony Xperia-Z sumergible, en el Zoo Aquarium de Madrid junto al actor Maxi Iglesias, con el que se ha sumergido entre tiburones y más tarde ha atendido a los medios temblorosa pero con muchas ganas de retomar su vida, y sin necesidad de responder a las duras críticas de su cuñada en su muro de Facebook hace unos días.
La presentadora Raquel Sánchez Silva ha sido consciente del cariño de todo nuestro país durante estos últimos 28 días, desde la muerte de su marido Mario Biondo en su casa de Madrid; un cariño que le ha aportado junto a sus seres queridos la fuerza suficiente para volver poco a poco a retomar sus compromisos.
La extremeña acudía el pasado jueves a su primer acto oficial de la mano del nuevo Sony Xperia-Z sumergible, que probó sin ningún miedo junto a Maxi Iglesias dentro de un acuario plagado de tiburones.
Raquel declaró a los medios más tarde: “Tenía ganas de volver a mi mundo laboral, a recuperar mis ilusiones, cumplir mis sueños y superar mis miedos”, y añadía: “Cuando sientes que no puedes más, no es verdad. Puedes con esto. Sufres, lloras, pero puedes. Hay que interiorizar. Cuando más duele es cuando hay que intentar estar más fuerte. En Formentera vivo bajo el mar. Estoy encontrando la paz, la recuperación. Hoy era una forma de decir lo orgullosa que soy de ser periodista. Hoy es todo bonito”.
El pasado domingo, tras haber sido testigo de cómo la presentadora estaba arropada por sus amigos en su primer aniversario, la hermana de Mario Biondo, Emmanuela, escribió unas duras palabras en su perfil de Facebook: “Su dolor es falso y me jode”, pidiendo “Verdad y justicia”, y añandiendo cosas como: “Pensábamos que era una princesa y es una…”, o “no es oro todo lo que reluce”.
Acerca de estas acusaciones, Raquel no quiso entrar al trapo: “No voy a contestar a las críticas. No sería bueno, ni para mí ni para nadie, quedarme en lo que no tiene valor real”.
Con respecto a la repentina muerte del operador de cámara, de la que aún no existe una versión confirmada, la extremeña tan sólo afirmó: “Mi intimidad es mía. Y yo sólo puedo responder ante vosotros por mí”.
Tras este evento, Raquel Sánchez Silva regresará a Ibiza, donde buscó refugio con su madre hace varias semanas, y quiso hablar acerca de sus próximos proyectos: “Me gustaría empezar en otoño retomando la televisión. Costará pero es importante. Son pasos que me hacen mirar atrás y ver que todo está más lejos. Hay que ser valiente y tener valor. Si dejo de hacer esto dejo de ser yo misma, y eso no lo pienso hacer. Nunca dejaré de ser yo”.
Le enviamos muchos ánimos a la presentadora, y esperamos poder volver a verla muy pronto haciendo su trabajo y demostrando que es más fuerte de lo que parece.
