Frases con las que calmarás las rabietas de tu hijo

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Todos los padres, en mayor o menor medida, se han enfrentado a las rabietas de los más pequeños. ¿Qué hacer para calmar en esos momentos a los niños? Lo primero que hay que tener en cuenta es que hay momentos en los que los niños son más propensos a las rabietas, como por ejemplo cuando están cansados o aburridos. Pero también las pueden utilizar como una manera de conseguir algo, y es que los padres no siempre tenemos la paciencia y el tesón para mantenernos firmes. Y también es cierto que, en ocasiones, la fatiga y las preocupaciones de un largo día pueden hacer que terminemos cediendo ante los caprichos de los niños con el único propósito de que dejen de llorar o patalear. Lo que no hay que hacer nunca es levantar la voz o enfadarse. Como ayuda extra, aquí tienes unas sencillas frases para aplacar las rabietas de tu hijo. [/multipage]

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1. No es momento de discutir esto

Es importante que los niños también aprendan el significado de la palabra “No”, porque de lo contrario corremos el riesgo de estar educando niños caprichosos e intolerantes ante una negativa. Ante una rabieta o enfado es difícil negociar. También son expertos en elegir el momento en que creen que conseguirán lo que quieren. Sin embargo, si como padres hemos dado una respuesta a algo que han pedido y ésta no les gusta y optan por enfadarse, hay que mantenerse firmes. No es momento de discutir esto, dando por zanjada la conversación. [/multipage]

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2. Si no te acuestas, mañana estarás cansado para jugar

Ante una rabieta, una explosión de enfado y llanto, hay que optar por las explicaciones cortas, entre otros motivos porque en ese momento estará más pendiente de su llanto. Si la rabieta aparece a la hora de dormir, utiliza una sencilla frase como “si no te acuestas, mañana estarás cansado para jugar”. [/multipage]

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3. Así no se habla

Es importante que el niño entienda que las rabietas no le van a servir de nada, y mucho menos elevar la voz o la intensidad del llanto. Lo mejor en estos casos es dejarle que se tranquilice y no enfadarse ni tratar de discutir con el niño. Si le decimos sencillamente que así no se habla porque no entendemos lo que quiere será más efectivo. [/multipage]

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4. Avísame cuando se te haya pasado

Si persiste en su enfado y en llorar porque no ha conseguido lo que quiere, lo mejor es dejar que se calme y decirle que cuando se le haya pasado el enfado, avise, alejándonos un poco de donde se encuentre. De esta manera, se dará cuenta de que nos preocupamos por cómo se siente, pero que no vamos a ceder. [/multipage]

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5. No, cariño, esto no lo vas a hacer

Cuando está en pleno berrinche, es difícil razonar, pero sí hay que transmitir seguridad y afecto. Si su comportamiento no ha sido el adecuado, por ejemplo cuando las rabietas son en público, hay que mostrarse firme y coherente, para que los niños tengan claro donde están los límites. [/multipage]

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