¿Te imaginas que cada persona pudiera combinar la ropa, los peinados y el aspecto de cualquier sexo para mostrar una personalidad única? Esto mismo es lo que ha conseguido un colectivo de Japón que pretende romper los prejuicios y las barreras en cuanto al aspecto establecido para cada género. Te contamos todo sobre los Danshis, la última moda andrógina.
La moda andrógina de los Danshis
Danshi es un término que significa “hombre joven” en japonés y que actualmente se refiere a un colectivo denominado “sin género”. Las personas pertenecientes a él consideran que no es necesario que su apariencia física remita a la de un hombre o a la de una mujer, sino que puede ser algo intermedio, o incluso que no haya ningún tipo de límites para que un hombre pueda verse como una mujer sin sentirse del género opuesto, buscando solo conseguir un aspecto físico concreto. Esta mentalidad les ha impulsado a romper todo tipo de barreras de género que engloban tanto la apariencia física como las actividades dirigidas a cada género, tal y como pretenden hacer los hombres tejedores.
Sus rasgos suelen ser delicados, pero cualquier persona puede ser considerada como Danshi independientemente de su género. Siempre tratarán de verse delgados, utilizarán maquillaje y, por supuesto, cuidarán muchísimo su rostro y su cuerpo. Además, entre sus gustos se encuentran el arte, la moda y el espectáculo, por lo que las prendas que visten también están escogidas con sumo cuidado.
No obstante, es importante destacar que este colectivo está centrado principalmente en la apariencia física, es decir, que su preferencia sexual no va necesariamente en concordancia con su aspecto. Así pues, un hombre que se ve más afeminado no remite a la homosexualidad, y lo mismo con una mujer más masculina.
La moda Danshi puede parecer algo muy actual, pero proviene de los años 20. Su origen nos remite a Japón y, más concretamente, al “Genderless Kei”, una moda que no se identifica con ningún género y promueve el uso de la vestimenta andrógina o el uso compartido de cualquier tipo de prendas, como pueden ser las pajaritas femeninas.
Aunque en Japón tengan una mejor aceptación, lo cierto es que en el mundo occidental todavía no han sido aceptados. Su físico delicado hace ser vistos a los hombres como no viriles y a las mujeres como poco femeninas, por lo que automáticamente son percibidos como homosexuales o integrantes del colectivo LGTB.
Estos prejuicios y la discriminación latente dificultan enormemente que puedan disfrutar de esa libertad de personalidad que ya se ha conseguido en otros países. No obstante, poco a poco estamos viendo pequeños cambios hacia la igualdad y la aceptación, como la incorporación de semáforos gay en Cádiz, lo cual puede ser el primer paso para disfrutar de un mundo libre de discriminación ante este tipo de colectivos.
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