Microracismos: Qué son y cómo luchar contra ellos

Los microracismos están en la orden del día en nuestra sociedad. En un mundo cada vez más global los países que reciben inmigrantes se convierten en productores de racismos. En este caso, se trata de pequeños gestos que afectan directamente a la convivencia y pueden provocar daños emocionales a las personas que los sufren. Te mostramos qué son los microracismos y cómo luchar contra ellos.

Microracismos: Definición
El microracismo parte de la misma filosofía que el micromachismo, son pequeños gestos cotidianos que conllevan racismo. Las personas que dicen no ser racistas o utilizan un lenguaje ofensivo, son las primeras en utilizar esta herramienta. No es un racismo directo que provoca una división total, es una barrera invisible que está presente y que es difícil de romper. Identificar a una persona con un colectivo concreto y seguir unos tópicos establecidos. Vemos escenas de odio hacia toda una población por los gestos de un solo individuo, exclusiones injustificadas o palabras sin sentido. Podemos dividir los microracismos en:

  • Prejuicios: Juzgar o suponer que una persona es de una manera, por el simple hecho de ser de un determinado país o tener familiares directos de este país.
  • Exclusiones: No querer compartir con alguien una determinada tarea sin conocerle, simplemente por su origen.
  • Miedos: Suponer que una persona por el país o la religión que procesa es malo es un grave caso de microracismo. Sentirnos atacados por alguien que no ha hecho daño o presuponer que va a hacerlo.
  • Lenguaje: El lenguaje es un elemento sutil del microracismo: Panchito, moro, sudaca o polaco, son nombres despectivos que se utilizan con total ligereza.

Cómo luchar contra los microracismos
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La primera de las bases para acabar con los microracismos es la educación. Una nueva generación que llega con la idea de romper barreras es posible. Con una tasa de escolarización que el algunas zonas se queda en un 50% inmigrantes y 50% españoles, se debe crear una mentalidad distinta. La unión de un solo pueblo que no debe estar marcado por orígenes o nombres, simplemente por personas. Los jóvenes tenemos la responsabilidad de crear las condiciones necesarias para eliminar este tipo de comportamientos, a través de:

  • Mostrar la voz de los inmigrantes: Conocer sus opiniones frente al microracismo. Hacerlos participes de una sociedad cada vez más heterogenia.
  • Cuidar nuestras comunicaciones: Hay elementos que compartimos o que decimos cada día que son gérmenes de microracismos. Palabras o imágenes que deben desaparecer de nuestro vocabulario.
  • Identificar el microracismo: Dar caza a este tipo de gestos que son socialmente discriminantes y que van directamente a herir sensibilidades. No debemos participar y además, hay que denunciarlos cuando sucedan.
  • Eliminar los eufemismos: Todo lo que se relacione con el color de la piel o el origen puede ser considerado microracismo. Fuera los bombones de chocolate o las bellezas exóticas.

Una vez identificado el problema es cuestión de poner todas las herramientas necesarias para acabarlas. Hagamos que los microracismos sean cosa del pasado y no del futuro que nos espera.

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