Tipos de feminismo: Descubre qué tipo de feminista eres

Desde que en el siglo XIX comenzara a desarrollarse la lucha de las mujeres en el mundo occidental, movimiento que terminaría por llamarse «feminismo», ha llovido unas cuantas décadas. La expansión del movimiento de mujeres y las ideas feministas en los países del mundo occidental y no occidental y las necesidades sociales de cada contexto han hecho que las feministas tengan diferentes motivos y necesidades de lucha de acuerdo a las realidades que viven en sus zonas geográficas. El feminismo ha ido desarrollándose en varias corrientes o tipos de feminismo, a las que muchas feministas ya se atreven a llamar «feminismos», aludiendo a la extensa polaridad que existe en torno a la lucha feminista. Si estás comenzando a conocer el feminismo, seguro que te gustaría saber qué tipo de feminista eres, o más bien, con qué corriente o corrientes feministas te identificas más, porque una de las reivindicaciones de muchas feministas actuales es precisamente que no es necesario encorsetarse en un sólo tipo o una sola manera de entender el feminismo. ¡Apunta!

Primera ola del feminismo

No podríamos entender el feminismo actual sin hacer un repaso por la Historia del feminismo. Aunque breve, es importante conocer cuáles fueron los principios del feminismo y qué luchas son las que comenzaron a reivindicar las primeras mujeres que se atrevieron a desafiar el orden patriarcal establecido, que oprimía frontalmente a las mujeres.

Aunque hoy existen autoras feministas que han demostrado que existieron movimientos de mujeres en la Edad Media en el mundo occidental o en otras épocas históricas en otras culturas del mundo, de momento la «Historia Oficial» sitúa el nacimiento del feminismo en el siglo XIX. Se le ha llamado primera ola del feminismo o feminismo sufragista y se desarrolló principalmente en el siglo XIX y principios del XX, aunque su origen proviene de la lucha de las mujeres en la Revolución Francesa (1789 – 1799) que tras su activa participación vieron minados sus derechos efectivos, pues la «libertad, igualdad y fraternidad» quedó exclusivamente al ámbito masculino al término de la revolución, no sólo en el país galo, sino en el resto de países del mundo occidental y países colonizados que basándose en estos principios comenzaron a hacer sus propias revoluciones.

Este primer feminismo se basaba en la reivindicación de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, inspirada por las ideas de los pensadores de la ilustración (aunque la mayoría de ellos rechazaba el acceso de las mujeres a los derechos y libertades «humanas» que ellos mismos reivindicaban). El voto femenino o sufragio universal fue el principal objetivo de sus luchas feministas, y aunque en la actualidad hay una crítica constructiva acerca del acceso a las reivindicaciones de estas primeras mujeres (blancas, burguesas y occidentales) y de su imposibilidad de separarse de las ideas ilustradas, la humanidad y las mujeres les debemos un gran respeto, pues sin su lucha quizás hoy las mujeres de los países democráticos careceríamos de derechos tan básicos como el voto.

Segunda ola del feminismo

A principios de los años 60 del siglo XX la lucha de las mujeres comenzó a reivindicar temas distintos de los que se habían tratado en las décadas anteriores. Es un momento histórico de ruptura del pensamiento feminista, que se dividieron en dos polos que en ese momento se entendían como opuestos: el feminismo de la igualdad, que continuaba reivindicando los temas que se iniciaron en la primera ola como la igualdad formal o legal de derechos como el sufragio o los derechos de propiedad, y el feminismo de la diferencia, que comenzó a cuestionar otros aspectos relacionados con la opresión de las mujeres desde la propia óptica y necesidades de las mujeres, rompiendo con una visión masculinizada acerca de la sociedad y su funcionamiento. Las feministas de la diferencia comenzaron a centrarse en temas como la familia, la sexualidad, el trabajo o los derechos reproductivos. Estos movimientos se desarrollaron principalmente en Estados Unidos, países europeos y muchos países latinoamericanos que comenzaron sus primeras luchas feministas masivas en esta época, influenciados por ambas corrientes feministas y las propias que se desarrollaron en cada contexto.

Es importante mencionar que algunas autoras ubican el desarrollo internacional del sufragismo como segunda y el feminismo de la diferencia como tercera ola, mientras que las ideas desarrolladas en el siglo XVIII y XIX acerca de la igualdad de las mujeres como primera ola.

Tercera ola del feminismo

A la feminista Rebecca Walker se le atribuye ser la primera autora que acuñó el término «tercera ola del feminismo» para referirse a la corrientes y movimientos feministas que se han desarrollado principalmente desde los años 80′ hasta la actualidad. Aunque no todas las investigadoras feministas concuerdan en el momento histórico en el que comienza la tercera ola, lo que sí podemos decir es que la diversificación de corrientes feministas tienen un punto en común: una autocrítica al feminismo que se había desarrollado hasta el momento, principalmente por mujeres occidentales, heterosexuales, blancas, de clase media-alta, con acceso a educación media-superior y con necesidades muy diferentes a las mujeres obreras, negras, indígenas, homosexuales, musulmanas, africanas, hindúes, latinoamericanas, y un largo etc., incorporando las subjetividades y el concepto de identidad a nuevas miradas feministas mucho más regionales y cercanas a cada contexto social.

Así, nacen diversos tipos de feminismo que todavía son líneas feministas actuales y que cambian también en función del desarrollo social y los contextos determinados de cada región del mundo. Aquí va una lista resumida en donde seguramente se nos escapen muchos:

  • Feminismo radical: «lo personal es político» es el principal eslogan del feminismo radical que se desarrolló a partir de 1969 con un concepto nuevo hasta el momento. Radical significa llegar a la raíz de las cosas, por lo que para las feministas radicales las reivindicaciones no sólo debían traspasar el espacio público, sino también el privado.
  • Feminismo institucional: su posición incide en el desarrollo del feminismo dentro del sistema, desde la incidencia en pequeñas instituciones, pasando por la creación de instituciones relacionadas con los derechos de las mujeres, hasta la participación política en instituciones internacionales como Naciones Unidas. Hay una controversia sobre si considerar el feminismo institucional como feminismo, pues incluso muchas mujeres que abogan por los derechos de las mujeres dentro de las instituciones prefieren identificarse dentro de la rama de los «estudios de género».
  • Ecofeminismo: las ecofeministas se enfocan en la conexión espiritual de las mujeres con la naturaleza, siendo uno de sus principales objetivos el acceso de las mujeres a la tierra en zonas rurales de todo el mundo. Además, suelen apoyar el movimiento antiglobalización.
  • Ciberfeminismo: alude a las nuevas tecnologías, Internet y redes sociales para luchar por los derechos de las mujeres, enfocándose en el acceso de las mujeres a la información y los medios tecnológicos.
  • Feminismo negro o black feminism: en Estados Unidos se desarrolló el llamado «feminismo negro» a partir de la lucha de las mujeres afrodescendientes que veían cómo el feminismo mayoritariamente blanco no tenía en cuenta las necesidades específicas que las mujeres negras enfrentaban en el país. Son responsables de teorías como la interseccionalidad que permite diferenciar las opresiones de las mujeres en función de diferentes ámbitos como raza, clase, orientación sexual, religión… etc.
  • Teorías coloniales y postcoloniales: aunque son dos tipos de enfoques diferentes, estas teorías sociales coinciden en una mirada crítica acerca de los procesos coloniales en América Latina y África y la influencia social de los mismos. Las feministas de ambos continentes inciden en que las opresiones de las mujeres de los mundos colonizados fueron y son diferentes, por los que comprender el contexto histórico colonial de cada región.
  • Feminismo indígena: aunque no existe un sólo tipo de feminismo indígena, se denomina así a las luchas de mujeres indígenas latinoamericanas, generalmente íntimamente relacionadas con las ideas ecofeministas, aunque también se enfocan en otros aspectos como la sexualidad y la reproducción.
  • Transfeminismo: con base fundamental en la teoría queer, cuestiona el binarismo de género principalmente determinada por la concepción biológica científica ilustrada que hoy en día se está cuestionando desde varios ámbitos de las ciencias sociales y científicas donde las feministas inciden.
  • Feminismo musulmán: aunque no es muy conocido en el mundo occidental, las mujeres musulmanas también están alzando su voz para reivindicar sus derechos desde una perspectiva musulmana que rompe con muchos estereotipos occidentales acerca del cuerpo de las mujeres y reivindica temas relacionados con los contextos de las mujeres musulmanas como el acceso de las mujeres a la educación. Por cierto, también hay católicas feministas, protestantes feministas, judías feministas, hindúes feministas, etc.

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