Las mejores curiosidades sobre la postura del misionero

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Las mejores curiosidades sobre la postura del misionero. ¿Piensas que la postura del misionero es aburrida y que no da mucho juego? Vete quitándote esa idea de la cabeza, porque con las curiosidades que te vamos a contar, vas a volver a disfrutar con esta posición.
Hay posturas sexuales que parecen mejores de lo que en realidad son, algo que no pasa con el misionero, que según dice la historia, proviene de los primeros misioneros europeos en América, que al ver las posturas poco “ortodoxas” de los nativos, obligaron a adoptar sólo esta manera de hacer el amor, de ahí el nombre que recibe.

Puede que pienses que es una postura aburrida, poco interesante y nada pasional, pero con algunas curiosidades que te vamos a contar, seguro que sabes sacar todo el partido que tiene esta clásica, pero eficaz postura sexual, ¿estás preparada?

Coloca una almohada debajo de tu cuerpo para, de esta manera, lograr que la penetración más profunda y por tanto, más placentera para la mujer.

Para lograr estimular el clítoris, una de las cosas que puedes hacer, es cerrar tus piernas en el momento de la penetración, ya verás cómo la postura del misionero se convierte en una de tus favoritas haciendo esto.

Hay muchas posturas para la mujer, pero si aprovechas bien el misionero, también puede ser de las más placenteras e íntimas, sólo tienes que rodear a tu pareja con los brazos, dándole un abrazo a la vez que aprovechas para acercarlo más vuestros cuerpos.

Si quieres marcar un poco el ritmo, aunque en la postura del misionero el “poder” lo suele tener el hombre, sujétalo de las caderas, para que se dé cuenta que es él el que manda, y no su pelvis, para empezar a hacer movimiento más lentos y placenteros.

Una de las principales curiosidades de la postura del misionero es que te permite “hacer otras cosas”, por ejemplo, masturbarte o que tu pareja a su vez, juegue con otras zonas erógenas de tu anatomía, como los pezones.

Hay muchas posturas acrobáticas, difíciles de conseguir y que, sobre todo, no permiten el contacto visual, algo que sin duda conseguirás con el misionero, un punto de lo más erótico, puesto que irás viendo cómo cambia su rostro a medida que avancéis, al igual que él verá tus expresiones de placer.

Al hilo de lo anterior, esta postura te permite estar besando a la otra persona durante todo el acto, porque no hay otra manera de que vuestros labios estén más juntos y más accesibles, así que puedes hacer el amor mientras no dejas de besarlo.

Puedes poner un toque aún más picante a esta postura del misionero para que no te resulte tan aburrida, si todo lo que te hemos dicho aún no te motiva. Prueba con el bondage, es decir, que te ate con una bufanda, un pañuelo, una corbata o unas esposas, y sentirás la sensación de ser su “esclava” y él de tener todo el poder.

Siguiendo con este punto más provocador y menos común, prueba a darle un azote, ya que la postura lo permite, y seguro que logras excitarlo más al igual que él notará que tú estás sintiéndolo todo.

Como ves, gracias a todas estas curiosidades que puedes probar a la hora de hacer la postura del misionero, conseguirás quitar la parte aburrida de la misma y lograr disfrutar de pleno los dos, ¿vas a darle otra oportunidad a esta postura?

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